martes, 20 de septiembre de 2011

Represión policial a la Marcha Popular Indignada en París


HAN SIDO AGREDIDOS CON GASES LACRIMÓGENOS Y PORRAS

Represión policial a la Marcha Popular Indignada en París

La Marcha Popular Indignada a Bruselas ha sido abordada en el Boulevard Saint Germain por la policía francesa. En torno a 120 personas han sido detenidas y hay tres heridos.

PATRICIA MANRIQUE (REDACCIÓN)
MARTES 20 DE SEPTIEMBRE DE 2011.  NÚMERO 157

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Represión a la marcha indignada
Indignados españoles y franceses caminaban por el Boulevard Saint Germain en busca de un lugar donde acampar cuando, aproximadamente a las 21 horas, han llegado varios furgones de la policía y, sin previo aviso, han cargado con gases lacrimógenos y porras.
La marcha hacia Bruselas, que se encontraba en su segundo día en París, había iniciado su marcha en Bercy en busca de un jardín donde establecer la acampada. “Se buscaba un jardín porque era más interesante, ya que en París son competencia del alcalde que es quien puede dar orden de desalojar a la policía”, explica Toni Gramanells, uno de los activistas participantes en la marcha. El sábado ya lo habían intentado en varias ocasiones y no fue posible. Desde la Marcha se caminaba con la convicción de que “las plazas son del pueblo y como pueblo tenemos derecho a acampar”, explica Gramanells.
En este segundo intento, la policía se ha centrado únicamente en bloquear los accesos a las zonas verdes que encontraban a su paso sin seguir demasiado a la marcha. Discurrían de modo pacífico y por las aceras, sin invadir en ningún momento la carretera. Tras atravesar Notre Dame han llegado a Saint Germain, y ha sido allí donde, sin previo aviso, la policía les ha abordado violentamente, usando gases lacrimógenos y porras. Cuando han conseguido agruparlos, obligándoles a sentarse, han iniciado las detenciones.
“La prensa independiente allí presente ha sido amenazada con ser detenida”, explica Héctor Rodríguez, miembro de la comisión internacional de Barcelona.
La operación policial se ha saldado con 120 detenidos, que fueron conducidos en autocares a cuatro comisarías diferentes. Hacia la 1 de la madrugada, varias decenas de personas ya habían sido liberadas, aunque cinco tendrán que regresar mañana a declarar por “desperfectos en los autocares policiales”. Una de las personas detenidas fue llevada inconsciente, aunque ya se recupera en un hospital parisino, y otros dos han sufrido dislocaciones de clavícula.
Desde la una de la madrugada, una asamblea de gente pertrechada con sacos de dormir, en la que participan las personas liberadas de la detención, decide si intentarán acampar esta misma noche.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Entrevista a Karina Germano


ENTREVISTA A KARINA GERMANO "LA GALLEGA".

Entrevista a Karina Germano
La Gallega
10/09/2011.
Por Juane Basso
Karina Germano es hija de desaparecidos y está presa en el penal de mujeres de Ezeiza, tras ser detenida en Brasil en el marco de una investigación contra un grupo político que había secuestrado a un empresario en 2001. A pesar de que varios integrantes de dicha organización declararon en el juicio que Karina no participaba de la misma, fue condenada a 30 años de prisión y llevada a la cárcel de Carandirú. Gracias a un pedido del ex presidente Néstor Kirchner, fue trasladada a la Argentina pero su causa cayó en manos de funcionarios judiciales involucrados con la dictadura, y lo que parecía ser el final de un mal sueño terminó convirtiéndose en un nuevo capítulo de la misma pesadilla.

Karina Germano se crió junto a su madre en España, donde se exiliaron luego del secuestro y desaparición de su padre durante la dictadura. De allí le viene el mote con que cariñosamente la llaman sus amigos, y la afectación de su voz. En 1998 retornó a la Argentina y se acercó a militar en la regional de HIJOS Capital Federal. Por estos meses, se está desarrollando una campaña a nivel nacional e internacional para que se cumplan los derechos que le asisten, y que la justicia le niega sistemáticamente, como las salidas transitorias. 

Organismos de derechos humanos, encabezados por Abuelas, Madres e HIJOS, solicitaron a la Suprema Corte de Justicia que le otorgue los beneficios que le corresponden a Karina tras cumplir diez años de prisión. En Rosario, agrupaciones lideradas por la Asamblea Permanente por los Derechos del Hombre se sumaron a la movida y realizaron un acto en el Centro Cultural La Toma en “apoyo a la Gallega”.

En una extensa charla telefónica con El Eslabón, Karina contó cómo sostiene su lucha dentro y fuera de la cárcel. “Recomencé en la militancia en el año 98, luego de sufrir la dictadura, la desaparición de mi padre, el dolor de no saber ni la fecha de su secuestro, lo que agrava la situación ya que no logras encontrar un día para canalizar el duelo”, recordó durante la conversación.

―¿Cómo fue que terminaste en la prisión brasilera de Carandirú?
―En el año 2001 decidí pasar unos días en Brasil con otros compañeros de países latinoamericanos. Ahí fui detenida en una casa con otros seis compañeros, acusados de haber realizado un secuestro a un empresario paulista a principios de año. Nosotros estábamos en un lugar turístico del estado de Sao Paulo y este señor estaba secuestrado en la capital. A las personas que habían secuestrado y a los que se hacían cargo del secuestro en sí, no los agarraron. El juicio no tenía a los partícipes directos. Fue una farsa en el sentido de que a nosotros nos juzgaron por esos delitos.
En la primera instancia fuimos condenados a 16 años de prisión, ya que reconocieron que la motivación del delito era política, que no era para lucro personal sino que estaba hecho por organizaciones revolucionarias latinoamericanas como el MIR y el 
Frente Patriótico Manuel Rodríguez. La fiscalía apeló el caso para obtener una sentencia ejemplar. Tomaron nuestro caso para que a nadie se le ocurriera ir a tierras brasileras a cometer semejante hecho. La fiscalía pidió treinta años de prisión, y sin darle la opción a la defensa de apelar después de su representación oral entraron con la sentencia ya firmada, los treinta años que pedía el fiscal. Esa fue la condena que nos quedó a los seis, compañeros chilenos, colombianos y yo.

―¿Con qué realidad te encontraste cuando ingresaste al sistema penitenciario brasilero?
―Me enviaron al penal de Carandirú junto con una compañera, Marta, una chiquita colombiana que estaba con nosotros. Ahí atravesé la situación que se vive en las cárceles de Brasil con el crimen organizado que maneja las prisiones. En Sao Paulo, quien maneja el crimen organizado es el PCC, en Río de Janeiro es el Comando Bermejo, estos estaban en una profunda guerra con el gobierno del Estado paulista. Se generaban motines todo el tiempo, cada dos, tres meses. Era muy difícil mantenerse neutral entre la policía y el crimen organizado, pero gracias a un buen juego de cintura conseguimos mantenernos al margen de eso aunque no éramos ajenos a los constantes desbarajustes, motines, represión, ajustes de cuentas y demás. 
En mayo del 2006 fue a visitarme mi mamá que vive en España, recibí su visita para el día de la madre y en ese momento explota un motín, a ella la sacan con una 9 milímetros en la sien y presencia como disparan contra las compañeras presas, observa cómo se desangran y sacan sus cadáveres, cosa que la asustó mucho. Cuando vuelve a la Argentina se reúne con los organismos de derechos humanos y organizaciones sociales para conseguir mi traslado al país, lo consiguen acogiéndome a un tratado de bilateralidad sobre condenados entre ambos gobiernos. Esto se basa en la posibilidad de cumplir condena en tu país para tener una mejor resocialización. Esto sucede durante el gobierno de Néstor Kirchner.

―¿Cómo queda, con tu traslado al país, tu situación con relación al cumplimiento de la pena?
―La ley brasilera de ejecución penal, la que dice como imponer la pena a la que fuiste condenado, dice que a un sexto de cumplir la pena se obtiene el derecho a las salidas transitorias que en la condena que me dieron a mi sería a los cinco años. Al momento que me va a buscar INTERPOL para transferirme a la Argentina restaban solo cuarenta y nueve días. Me traen a la Argentina en noviembre del 2006 con la esperanza de conseguir la salida transitoria en el país. Comenzando los trámites burocráticos me encuentro con un juez de ejecución que me prometía todo el tiempo que me iba a dar la transitoria, después de ocho meses en los que se estabilizan los papeles me entero que el fiscal que interviene en la argentina se opone. El fiscal resultó ser Oscar Hermelo, quien ejercía como abogado lavando los bienes que los milicos le robaban a los desaparecidos de la ESMA, en donde es visto por última vez mi padre.

―¿Qué es lo que sabés de Oscar Hermelo?
―Fue Scilingo, el milico arrepentido, quién acusó a Hermelo. Además hay una foto en la cual Massera lo está condecorando como colaborador civil dentro de la ESMA. Hay bastante documentación fehaciente de que fue así. Ese es el fiscal que me tocó en la ejecución penal de primera instancia. 
En sí, Argentina no puede meterse en la causa porque es jurisprudencia brasilera y la condena está dictada. Pero en la ejecución de la pena sí tiene injerencia Argentina. A mí me niegan las salidas transitorias utilizando la modalidad de ejecución de pena Argentina para un código penal brasilero y ahí se da la desarmonía que nosotros señalamos. 
El sexto del cumplimiento de la pena que da el Brasil para las salidas transitorias, es con respecto a una cantidad de años superior al de Argentina. Acá para la misma carátula que yo tengo en Brasil, dan de 12 a 20 años. A mi allá me dieron 30.
En la ejecución de pena, Argentina dice que a la mitad de las condenas tenés derecho a las salidas transitorias. Lo que sucede es que toman los años de mi condena, dictados en base al código penal brasilero, y toman la ejecución penal argentina.
En su momento apelamos y pasamos al Tribunal de Casación, ahí me encuentro en una sala con el juez Gustavo Mitchell, a quien teníamos sospechado por haber firmado las fe de nacimientos truchas de los pibes apropiados por la dictadura, cosa que ahora fue corroborada como cierta. Por supuesto también recibo una negativa de ese juez, que no salgo y que puedo salir recién a la mitad de pena. La diferencia son 10 años de encierro. Luego nos dirigimos a la Corte Suprema y nos encontramos con la alegría de que la fiscalía de la Corte está de acuerdo con la defensa, y que afirma que me corresponden las salidas transitorias. Los siete jueces de la Corte lo único que tenían que hacer era una firma administrativa porque no hay conflicto. Resulta que mágicamente ese fallo sale la misma semana en que comienza el juicio por los crímenes de lesa humanidad en la ESMA. Se vuelcan tres jueces a favor y cuatro en contra, esos se dan el lujo de ni siquiera fundamentar porqué no me dan las salidas transitorias, eso sucedió durante cuatro años. 

―¿Qué sucedió con el resto los detenidos en Brasil? ¿Ya tienen salidas transitorias?
―Dos de ellos comienzan a tener las salidas transitorias, y con ese nuevo elemento como prueba me vuelvo a meter en la justicia en primera instancia. Ahí me vuelven a decir que no. Lo mismo en Casación con el juez Michel. También recibo la negativa. Ahora estoy en la instancia de la Corte Suprema, con la esperanza de que esta vez los jueces piensen lo que firman. Con un voto más yo ya tendría el derecho a mis salidas.
Durante estos cinco años yo he llegado a la fecha en la que me toca la condicional que sería el 26 de noviembre, es la suerte que ya están corriendo mis compañeros en Brasil. No empecé a pedir que me aplicaran una ley estando en argentina, yo sufrí seis años del régimen brasilero, por lo cual me correspondía la ley del Brasil.

―¿En qué situación judicial se encuentra tu reclamo en este momento?
―Como no existen plazos en la Corte Suprema, sólo me queda esperar. Por eso esta campaña agarro fuerza ahora, la titulan “la Galle a la calle”, y realizamos varias actividades en distintos lugares con muchas adhesiones de agrupaciones, partidos, artistas e intelectuales que se solidarizan con mi situación.

―¿En todo este tiempo de encierro, cómo fue tu lucha dentro de la cárcel?
―Uno tiene dos opciones cuando está en el encierro, resistir o dejarse estar. Podes dejarte estar y entrar en la inercia tumbera. Yo decidí resistir, había entrado sólo con la primaria en estudios, así que terminé toda la secundaria en Brasil, en idioma portugués. También di clases de español a mis compañeras, y varios cursos de manualidades. Podés generar diferentes espacios, no sólo educativos sino también culturales, que son los espacios de libertad que se generan en el encierro. Es una de las formulas que hay para que el tiempo no se estire, para que el día pase volando y a la noche caigas muerto de cansancio en la cama. Son formas de resistencia, yo me aferré a esas. 

―¿Y desde que estás en Ezeiza?
―Cuando llegué acá me sorprendí con la existencia del programa de UBA22, que es educación universitaria en las cárceles, con clases regulares. Esto se venía practicando desde hacía 25 años y ya había un grupo de universitarios con el que pusimos, en el año 2007, el Centro Universitario Ezeiza, el CUE. Dentro de éste, nosotros renovamos un poco la modalidad con la que se practicaba en otras cárceles. En nuestro caso trabajamos de manera horizontal y no hay jerarquía alguna, cualquiera de las que conforma el Centro es capaz de representarnos. Nos planteamos varios objetivos en el Centro.
Además de construir nuestro propio espacio de estudio colectivo, empezamos a pensar que no queríamos un espacio elitista sólo para los que hacíamos una carrera universitaria, sino una herramienta para el resto de la población carcelaria. Comenzamos a generar muchas actividades sin discriminación de formación académica, ni de edad, ni de nacionalidad.
Intentamos que cada una que pasa por acá se lleve las herramientas para no tener que volver a este lugar, porque si antes de entrar tenían pocas alternativas para subsistir, después del paso por prisión éstas se reducen aún más.
Fuente:ElEslabon

lunes, 12 de septiembre de 2011

Explosión de una planta nuclear en Francia



LA PLANTA ESTÁ A 240 KILÓMETROS DE LA FRONTERA ESPAÑOLA

Explosión en una planta de residuos radiactivos al sur de Francia

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Una fuerte explosión se ha producido hoy en un almacen de residuos radiactivos en las proximidades de la central nuclear de Marcoule, cerca de Nimes. Las autoridades excluyen el riesgo de fuga radiactiva. Hay al menos un muerto y cuatro heridos.
[foto de la noticia]
La explosión se ha registrado en las proximidades de la central nuclear de Marcoule, localizada a 30 kilómetros de la ciudad de Nimes y a apenas a 240 kilómetros de la frontera española. Los bomberos galos temían que existiera peligro de fuga radiactiva y han procedido a implantar un perímetro de seguridad.
Sin embargo, la Agencia de Seguridad Nuclear francesa (ASN) ha confirmado que no ha habido ninguna fuga de material radiactivo. Un portavoz de la ASN ha indicado a la agencia Reuters que la explosión tuvo lugar cerca de un horno. La planta de Marcoule, en el departamento de Gard, en el suroeste de Francia, sirve para la gestión de desechos nucleares pero no cuenta con ningún reactor.
"No ha habido emisiones al exterior de la instalación", precisó este organismo en un comunicado, poco antes de que el ministerio de Medio Ambiente, responsable en materia nuclear, confirmara que "no hay impacto al exterior" de la explosión, ocurrida esta mañana.
La ASN confirmó que una persona murió y otras cuatro resultaron heridas, una de ellas de gravedad, en el "accidente" ocurrido en la instalación nuclear Centraco (Centro de Tratamiento y de Acondicionamiento de Residuos de Actividad Débil, en sus siglas en francés).
"Según las primeras informaciones, se trata de la explosión de un horno que sirve para fundir los residuos radiactivos metálicos de baja y muy baja actividad", según un comunicado de la ASN.
La explosión se ha producido a las 11.45 tras registrarse un incendio en uno de los almacenes de residuos de baja radiactividad próximos a la planta. Se trataría de una planta de tratamiento de desechos radioactivos gestionado por Socodei, filial del grupo EDF.
La central de Marcoule está gestionada por la compañía Areva y por la entidad pública Comisariado de la Energía Atómica. El propio Comisariado ha informado de que la explosión ha dejado cuatro heridos, uno de ellos grave, y se ha encontrado el cadáver carbonizado de una quinta persona. El ente público ha asegurado además que por el momento no se han detectado niveles anormales de radiación en el exterior del almacén

domingo, 11 de septiembre de 2011

10 años del 11 de septiembre

11-09-2011 
10 años del 11 de septiembre


“Si ves algo, di algo”. El mensaje oficial antiterrorista del gobierno estadunidense se repite en carteles, anuncios en las estaciones de metro, en los medios, mientras cada vez más cámaras graban los movimientos de ciudadanos, y en los aeropuertos los pasajeros son sometidos a múltiples inspecciones y una ley permite a las autoridades espiar a la población.
Pero a lo largo de estos 10 años después del 11-S, al parecer nadie vio ni dijo nada (oficialmente) de otra amenaza que ha causado más destrucción que ese atentado terrorista: la crisis económica. El “terrorismo” ha sido sustituido por la inseguridad económica como el asunto nacional de mayor preocupación en este país.
Sin embargo, poco ha cambiado en el discurso oficial (a fin de cuentas aún tienen que justificar varias guerras y medidas de seguridad). El clima de temor generado por los atentados del 11-S alcanzó toda esquina del país, nutrido por la cúpula política y por los grandes medios, y transformó el panorama político y social.
El 11-S justificó la creación de una nueva secretaría, tal vez la más grande burocracia federal después del Pentágono, que lleva el nombre ominoso de “Departamento de Seguridad Interna”. Su titular, Janet Napolitano, emitió un comunicado hace un par de días que resume la retórica oficial actual: “a medida que se acerca el décimo aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre, la seguridad de la población estadunidense sigue siendo nuestra principal prioridad”. Por ahora, reportó, aunque no se cuenta con información de que terroristas “estén planeando ataques en Estados Unidos para coincidir con el décimo aniversario del 11 de septiembre, seguimos en un máximo estado de vigilancia, con medidas de seguridad listas para detectar y frustrar ataques contra Estados Unidos, si surgieran”. Concluyó: “Les recordamos a nuestros socios locales, estatales y federales, y al público, que se mantengan atentos e informen de cualquier actividad sospechosa a las autoridades locales y agentes de la ley”.
Con el 11-S, el tema de “seguridad” se convirtió en el objetivo supremo de los gobernantes y se usó tanto para promover una política bélica internacional como para controlar, si no suprimir, la disidencia. La retórica oficial desde el 11-S hasta ahora es una combinación de convocatoria a “la unidad” patriótica con lo anunciado por George W. Bush: “o están con nosotros o están con los terroristas”.
Las consecuencias políticas del 11-S, dentro y fuera de Estados Unidos, fueron justo las pronosticadas por Noam Chomsky en entrevista con La Jornada tres días después del ataque, cuando expresó que los atentados son “un regalo a la derecha dura jingoísta estadunidense, y también a la de Israel... Ésta será una oportunidad maravillosa para imponer más reglamentación, más disciplina, promover los programas que desean aquí…” Y advirtió que los gobernantes “esperarán –tal vez fracasarán– poder aplastar a la disidencia interna. En general, las atrocidades y la reacción ante ellas fortalecen a los elementos más brutales y represivos en todas partes”.
En los primeros meses después del 11-S se atacaba a opositores de la política oficial casi como traidores. En ese clima se aprobó la Ley Patriótica, que otorgó nuevos poderes al Ejecutivo para espiar a la población y la FBI, entre otras agencias, empezó a usar esta ley para incrementar su vigilancia de diversas agrupaciones, sobre todo las musulmanas, pero también las que se oponen a la guerra. El llamado “gobierno secreto” multiplicó sus presupuestos y personal tanto para misiones internacionales como para la seguridad interna.
Diez años después, la opinión pública está dividida sobre las políticas antiterroristas que se impulsaron después del 11-S. Sólo una cuarta parte piensa que las guerras en Irak y Afganistán han disminuido las posibilidades de atentados terroristas en Estados Unidos; las mayorías creen que esas guerras han incrementado el riesgo de ataques terroristas o no han cambiado en nada ese riesgo, según un nuevo sondeo del Centro de Investigación Pew.
Con el paso del tiempo, cada vez menos estadunidenses piensan que es necesario ceder libertades civiles para frenar el terrorismo en el país; ahora el 40% piensa que sí es necesario, comparado con 55% de poco después de los atentados en 2001. Ahora, una mayoría, 68% contra 29%, se opone a la vigilancia de llamadas personales y correos electrónicos por parte del gobierno (www.pewresearch.org).
Pero todo está bajo vigilancia, o por lo menos ésa es la impresión que se quiere dar. Además de militares, policías y agentes del gobierno, hay más de un millón de guardias privados –muchos veteranos de guerra– en Estados Unidos, más del doble que hace una década, para vigilar desde campos de golf hasta malls y casas de ricos, reporta el Washington Post. Las videocámaras de seguridad están por todas partes (dicen). A tal grado que, una empresa de modas, Kenneth Cole, tenía una campaña de publicidad que sugería que como el ciudadano es fotografiado decenas de veces cada día, es importante vestirse y verse bien.
El temor como eje central de la vida política no es nada nuevo en este país, y la “amenaza” externa es columna vertebral del discurso estadunidense, incluida la “amenaza” de esos “otros” dentro del mismo país, donde juega una parte clave el asunto de la raza y los inmigrantes, como las “ideologías” ajenas. Ese temor se sigue nutriendo con menciones de “alertas máximas” repetidas hasta el cansancio.
Para el veterano comentarista Frank Rich, en un artículo en la revista New York, lo que sucedió después del secuestro de los aviones que perpetraron el 11-S fue “otro secuestro: el del 11-S por aquellos que lo explotaron por motivos grandes y pequeños, tanto ideológicos como abiertamente comerciales”, incluido el uso del ataque para lanzar una guerra contra un país que no había atacado a Estados Unidos, como para fines político-electorales.
Pero Rich afirma que al revisar la última década, “tal vez el suceso más consecuente de los últimos 10 años podría no haber sido el 11-S o la guerra en Irak, sino el saqueo de la economía estadunidense por los que están en el poder en Washington y Wall Street. Esto ocurrió a plena vista, o por lo menos así lo podemos ver ahora desde cierta distancia. En su momento, estábamos tan enfocados en la amenaza externa de Al Qaeda a Estados Unidos que no prestamos la atención apropiada a las amenazas más prosaicas dentro del país”.
Y es que una década después, otra amenaza ha sustituido a la del “terrorismo” como máxima preocupación nacional: la peor crisis económica desde la gran depresión que ha destruido las vidas de millones de familias en este país. La década que comenzó con el derrumbe de las Torres Gemelas, causado por el primer ataque externo a Estados Unidos, está concluyendo con los escombros económicos y sociales de una crisis económica que no fue provocada por “terroristas” extranjeros, sino por políticos y banqueros estadunidenses.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Reclaman la captura internacional del camarista que se fugó a Chile Publicado el 10 de Septiembre de 2011




EL SUSPENDIDO MAGISTRADO ESTÁ ACUSADO DE 103 DELITOS DE LESA HUMANIDAD Y VÍNCULOS CON LA DICTADURA

Reclaman la captura internacional del camarista que se fugó a Chile

Publicado el 10 de Septiembre de 2011
Por Claudio Mardones Desde Santiago de Chile
La Fiscalía de la Cámara Federal de Mendoza pidió la orden con fines de extradición. En el vecino país cuestionan un posible refugio.
 
Cuando el camarista federal Otilio Romano abandonó Mendoza y cruzó la Cordillera de los Andes para pedir refugio político en Chile, partió con un aceitado plan para evitar que las acusaciones que pesan en su contra lo dejen encerrado en una cárcel argentina por el resto de su vida. Ayer, cuando se cumplieron los primeros 15 días de su fuga, surgieron las primeras dificultades para cumplir con ese plan a los dos lados de la frontera: mientras la Fiscalía de Cámara mendocina pidió que la justicia argentina reclame su captura internacional, en Santiago de Chile, el diputado y miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso trasandino, Hugo Gutiérrez le recordó al gobierno de Sebastián Piñera que no es posible otorgarle el refugio político a una persona que haya cometido delitos de lesa humanidad. El impedimento forma parte del inciso F de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 que fue suscripto por Chile. La norma es uno de los elementos clave que tendrá que evaluar la comisión chilena de reconocimiento de la condición de refugiados que, entre otras cosas, le otorga ocho meses de “no devolución” de acuerdo a la ley chilena de protección al refugiado.
A la misma hora que el diputado Gutiérrez llegó a La Moneda para presentar un pedido de expulsión contra Romano, el senador del partido pinochetista Unión Democrática Independiente (UDI) Víctor Pérez hizo un intento de respuesta pública del gobierno chileno. “Si la justicia argentina quiere al juez Otilio Romano, debe entregar a Galvarino Apablaza a la justicia chilena”, disparó el legislador de la coalición de derecha que sostiene al gobierno de Piñera. La frase buscó plantear un virtual canje por el ex líder del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que tiene refugio político desde hace casi un año y que fue acusado por el gobierno chileno de ser el autor intelectual del asesinato del senador pinochetista Jaime Guzmán. “En Chile está impune el crimen de un senador de la República, porque el responsable es protegido por la Argentina, y por lo tanto esta es la oportunidad de lograr justicia”, argumentó Pérez. Sus palabras fueron desautorizadas por la tarde, en boca del subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, que habló en nombre del gobierno chileno: “Cada refugio se analiza en su mérito, no puede condicionarse, porque sería también tergiversar la ley, no puede condicionarse una situación a otra. Acá tiene que analizarse en función de los antecedentes que entreguen las personas que solicitan refugio evaluarse técnicamente, pedir la información a los países de origen o al país de origen y de ahí tomar una decisión en su mérito”, contestó el funcionario. 
El pedido de refugio fue presentado por Romano el 1 de septiembre, cuando había cumplido su primera semana en Chile. En el escrito que entregó al gobierno chileno, el camarista, ya suspendido por el Consejo de la Magistratura, argumentó ser “un perseguido político” y reconoce que es acusado en Argentina por no haber investigado delitos de lesa humanidad entre 1975 y 1983.  Desde ayer, el expediente de refugio que tramita La Moneda también tiene el escrito presentado por Gutiérrez, donde explica claramente que Romano es investigado por “su presunta responsabilidad penal en 34 privaciones ilegítimas de la libertad de personas que todavía continúan desaparecidas, otras 26 privaciones ilegítimas de la libertad, 36 torturas, un allanamiento ilegal y un caso de denegación de justicia. 
El pedido de expulsión enumera todos los casos que hasta ahora el gobierno chileno trató de desconocer. Mientras tanto, la Cancillería chilena recibirá el pedido de extradición que ahora tramita la justicia federal de Mendoza, contra el camarista suspendido que estaría oculto en la localidad balnearia de Algarrobo, el mismo lugar donde el ex dictador Augusto Pinochet pasaba sus vacaciones estivales. 
Fuentes judiciales chilenas confiaron que el hombre habría adquirido una casa con planes de quedarse en Chile para siempre, pero esa idea ya puso en aprietos al gobierno de Piñera, que enfrenta una protesta estudiantil sin precedentes
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El fiscal general de Mendoza le pidió al juez que considere al ex camarista Romano en rebeldía

Con pedido de captura internacional

Procesado como partícipe necesario en un centenar de delitos de lesa humanidad, Romano se fue a Chile, donde pretende que se lo considere un refugiado político. Según el texto de la ley, sus posibilidades son pocas.

Por Diego Martínez
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Otilio Romano está procesado en un centenar de secuestros, torturas, robos de bienes y desapariciones.
Mientras la dirigencia chilena comienza a tomar partido sobre el pedido de refugio del ex camarista mendocino Otilio Roque Romano, que huyó del país ante su inminente desafuero, el fiscal general Omar Palermo le pidió ayer al juez federal Walter Bento que declare en rebeldía y ordene la captura internacional del fugitivo, quien a juzgar por la ley sobre protección de refugiados de Chile tendría pocas chances de obtener el asilo político. Más allá de los ocho meses de visado temporario que concede automáticamente a cualquier solicitante, la norma que refrendó en abril del año pasado el propio presidente Sebastián Piñera excluye del régimen de protección a toda persona sobre quien existan “fundados motivos” sobre su participación en “delitos contra la humanidad” como Romano, procesado como partícipe necesario en un centenar de secuestros, torturas, allanamientos ilegales, robos de bienes y desapariciones.
La intención del gobierno chileno, según fuentes del entorno de Piñera citadas ayer por el diario La Nación, sería expulsar a Romano del país. La decisión, de ser cierta, demorará no menos de un mes. Según la ley 20.430 sobre protección de refugiados, la Comisión de Reconocimiento de la Condición de Refugiados (CRCR) no tiene un plazo perentorio para pronunciarse, aunque en caso de decidir la expulsión debe conceder treinta días al interesado para que gestione su admisión en un país más generoso.
El secretario general de la pinochetista Unión Demócrata Independiente (UDI), Víctor Pérez, propuso ayer canjear a Romano por el ex guerrillero Sergio Galvarino Apablaza, asilado político en la Argentina. Como si fueran bandas que intercambian rehenes, el dirigente de los ultraderechistas que integran el gabinete de Piñera planteó abiertamente que “si la Justicia argentina quiere al juez Romano, debe entregar (sic) a Galvarino Apablaza a la Justicia chilena”. El subsecretario del Interior chileno, Rodrigo Ubilla, descartó la hipótesis. “No es posible, sería violar la ley”, respondió. El diputado Hugo Gutiérrez, ex miembro de la Asamblea Nacional de Derechos Humanos, le pidió al Ministerio del Interior que expulse al ex juez de su país. “No se le puede dar asilo político a un acusado de lesa humanidad”, remarcó el diputado del Partido Comunista.
La ley sobre refugiados chilena concede el derecho a quienes tengan “fundados temores de ser perseguidos”, pero excluye en su artículo 16 a los imputados en “delitos contra la paz, de guerra o cualquier otro delito contra la humanidad definido en algún instrumento internacional ratificado por Chile”. El artículo 31 ordena a la comisión recopilar información del país de origen, donde Romano tiene procesamiento confirmado en segunda instancia; el 33 obliga al solicitante a “decir la verdad” y el 34 encomienda a la Comisión Interministerial a apreciar las pruebas “conforme a la sana crítica”. Si bien no se conocen los argumentos presentados por Romano, no le resultará fácil convencer a los funcionarios chilenos de ser un “perseguido político” cuando hasta hace 17 días presidía uno de los tribunales más cuestionados del país por entorpecer causas sobre represores.
El fiscal Palermo, en tanto, le pidió al juez Bento que ordene la captura de Romano. El coordinador de la Oficina de Asistencia en causas de lesa humanidad de Mendoza, que el 12 de agosto pidió la elevación a juicio de la causa que tiene al ex juez como imputado, destacó la “clara y manifiesta voluntad contraria al sometimiento a proceso” por parte de Romano, que huyó del país sin informar al tribunal que lo procesó y no se presentó ante la citación por medio de sus abogados. Palermo resaltó que la inmunidad de arresto protege “la ‘función’ judicial” que Romano abandonó al fugarse, pero no puede “blindar de impunidad a la persona del funcionario”.
  Fuente: Pagina 12


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La Agencia de Noticias DH, es autonoma y es editada en la Capital Federal desde diciembre 2007

jueves, 8 de septiembre de 2011

Torres Gemelas: el derrumbe de las mentiras


Torres Gemelas: el derrumbe de las mentiras



Cualquiera que tenga dudas sobre el colapso de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 conoce el síndrome. Sus conocidos le preguntarán invariablemente: ¿entonces tú crees en la teoría de la conspiración?
Y aquí es donde no debe flaquear. Las dudas son sobre el colapso. No hay que moverse ni un ápice de ese terreno: el derrumbe de las Torres Gemelas y del rascacielo WTC 7 (de 47 pisos, que no fue impactado por los aviones) no ha recibido una explicación adecuada. Eso no hay que perderlo de vista. Y las discusiones sobre conspiraciones no ayudan en nada a aclarar la forma y velocidad de dicho colapso.
Este es el punto central sobre el cual se concentra el análisis de los miembros de la organización Arquitectos e Ingenieros por la Verdad del 9/11. Cualquiera puede examinar el voluminoso expediente de pruebas que ha reunido esa organización en su sitio, www.ae911truth.org. Ya son mil 549 ingenieros, arquitectos y físicos estadunidenses los que han firmado una petición para reclamar una investigación seria sobre lo ocurrido ese día en Manhattan. Nadie puede dejar de revisar el material en ese portal.
Todo esto merece una explicación más detallada. Los aviones que fueron estrellados contra las Torres Gemelas provocaron una fuerte explosión y un gran incendio. Los informes oficiales de las agencias estadunidenses se limitan a examinar qué pasó en los edificios en el lapso transcurrido entre el impacto de los aviones y el inicio del colapso. Una vez que comienza el desplome de las Torres Gemelas, los informes abandonan el relato.
Tal pareciera que al hablar de los impactos y el incendio que les siguió se hubiera agotado el tema y ya no fuera necesario seguir el análisis. Los informes del Instituto de normalización y tecnología, NIST, de la Agencia de manejo de emergencias, FEMA, y de la Comisión especial nombrada por el entonces presidente Bush tienen diferencias. Pero coinciden en que los incendios no fundieron la estructura de acero, y que el impacto y el fuego debilitaron los amarres de los pisos directamente afectados, haciendo que cedieran y que se desplomaran los edificios. Hasta aquí su explicación.
Pero esto es lo esencial: los informes no dicen nada sobre la forma en que se desenvuelve el colapso de las Torres Gemelas o del edificio WTC 7. Entre otras cosas, no explican por qué los tres edificios se desplomaron a la velocidad de una caída libre. La evidencia de las filmaciones de los tres derrumbes es clarísima. En los tres casos, el colapso se lleva a cabo como si entre los pisos superiores y la planta baja no hubiera nada que ofreciera resistencia. Eso es una anomalía que sorprende a cualquier arquitecto o ingeniero. Las estructuras de acero de los pisos inferiores están hechas para resistir y estaban intactas después del impacto de los aviones. Tuvieron que ofrecer resistencia. Los informes oficiales no dicen nada sobre esto.
Por otra parte, las dos Torres Gemelas se componían de varios cientos de miles de toneladas de concreto que fueron pulverizadas en el derrumbe. Los ingenieros, físicos y arquitectos que han examinado la evidencia después del colapso saben bien que, si se arroja un bloque de concreto desde una altura de cien pisos, lo único que se va a lograr es que se despedace. Pero no se va a pulverizar. Para ello se requiere una fuente de energía adicional. ¿Pudieron los pisos superiores comprimir y pulverizar el concreto de los pisos inferiores? La respuesta es negativa: si los pisos superiores hubieran comprimido los pisos inferiores, provocando la pulverización, la caída no se hubiera llevado a cabo a la velocidad gravitacional.
¿Cómo fue eliminada la resistencia de los pisos inferiores para permitir el colapso a la velocidad de caída libre? ¿De dónde salió la energía que permitió pulverizar los cientos de miles de toneladas de concreto de las dos torres? Esas dos preguntas carecen de respuesta oficial. Varios estudios serios apuntan en una dirección: explosivos.
No se trata de explosivos convencionales, como los usados en cualquier demolición controlada. El análisis de muestras de polvo y de fragmentos de las construcciones revela la presencia de microesferas de hierro fundido y aluminio, testimonio de reacciones con el explosivo incendiario termita. Varios estudios sobre muestras de polvo concluyen sobre la presencia de virutas con compuestos de nanotermita (partículas de óxido ferroso incrustadas en una matriz rica en carbono). Todo eso indica, según esos estudios, que estuvieron presentes explosivos no convencionales en los sucesos del 11 de septiembre y que podrían haber eliminado la resistencia de los pisos inferiores, explicando así la velocidad de caída libre del colapso.
El gobierno más mentiroso en la historia de Estados Unidos puso sobre la mesa tres informes para aclarar lo que había acontecido el 11 de septiembre de 2001. Lo que dicen es muy sencillo. Ese día es realmente histórico porque se rompieron las leyes más elementales de la física.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Retirar las tropas de Haití


Disculpas endebles ante Haiti por joven violado por tropas uruguayas


MUJICA. CONSIDERA QUE NO SE PUEDE DEJAR "INERME" A LA POBLACION HAITIANA

El gobierno pide disculpas a Haití y califica el acto de "inconducta criminal"

El presidente José Mujica no cuestiona la participación de Uruguay en las misiones de paz. No se puede dejar a una sociedad "inerme y desarmada" en manos del tráfico de drogas. "¿O estamos esperando que intervengan Francia y Estados Unidos?", afirmó.

MAURICIO CAVALLO
Disculpa al más alto nivel. Mujica trasmite a Haití que se investigará hasta las últimas consecuencias.
Disculpa al más alto nivel. Mujica trasmite a Haití que se investigará hasta las últimas consecuencias.
Mujica condenó ayer los hechos cometidos por cuatro efectivos de la Armada uruguaya pertenecientes al contingente de paz, contra un joven haitiano. Resaltó que en horas de la tarde remitió, con su firma y la del ministro de Defensa Nacional Eleuterio Fernández Huidobro, una misiva al presidente de Haití Michel Martelly, a través de la cual el gobierno solicita en forma oficial las "disculpas" por lo hechos protagonizados por los cascos azules uruguayos a los que califica de "inconducta criminal y bochornosa de unos pocos" (ver nota aparte). A la vez, en la carta, Mujica y Huidobro aseguran al pueblo y al presidente haitianos que se va a "proceder a investigar hasta las últimas consecuencias", y se buscará alguna forma de "reparar el daño ocasionado".
El mandatario además expresó a LA REPUBLICA que el episodio es "una cosa muy grave, por el prestigio del Uruguay". Recordó que a lo largo del tiempo hubo más de cuarenta bajas y soldados mutilados "que perdieron sus piernas en distintas misiones por el mundo, y de alguna manera esto empaña el prestigio que el Uruguay tenía en materia de conducta y disciplina". Al ser consultado sobre cuál será el futuro de la participación de las tropas uruguayas en territorio haitiano, respondió que el problema que se presenta es el "estado social de Haití". Señaló que "se debió haber creado una fuerza que se hiciera cargo del país y que pudiera retirarse paulatinamente, y esa fuerza obviamente tendría que ser construida con haitianos". "Pero no sé medir cuáles serían las consecuencias si las tropas se retiraran hoy de golpe", dijo Mujica, y añadió que la reunión de ministros de Defensa y cancilleres de Unasur, que se desarrollará el próximo jueves en Uruguay, será una acontecimiento muy importante porque deberán surgir elementos que "puedan aclarar uno poco este panorama".
En cuanto a si la misión de paz vulnera el derecho de autodeterminación de los pueblos, el mandatario respondió en forma afirmativa, pero aclaró que "no menos cierto es que solamente con los kilos de droga que se han incautado en los mares de Haití, usando al país como trampolín, nos damos cuenta que es una zona de tráfico muy intenso". "Es cierto, creo que la presencia de las tropas está vulnerando, en parte, la autodeterminación. Ahora ¿se puede dejar a una sociedad inerme, desarmada en manos del tráfico de drogas, o estamos esperando que intervengan Francia y Estados Unidos en nombre de la humanidad? Tenemos muchas contradicciones, este no es un problema sencillo, no se arregla con consignas", expresó el jefe de Estado. Al pueblo haitiano, dijo, hay que "ayudarlo", aunque a veces "con ayuda lo podemos perjudicar, pero sin ayuda también".

EVALUACION

"Hay que mirar este escenario desde varios puntos de vista, y uno de ellos es la situación de pueblo haitiano: qué es lo que más le conviene, cuál es su grado de necesidad, y después qué piensa el resto de los países de América Latina involucrados", dijo ayer el presidente José Mujica, al evaluar la situación de Haití y las misiones de paz en el marco de la ONU allí desplegadas. "Espero que la reunión del próximo jueves (mañana) de los ministros de Defensa y cancilleres de la Unasur, nos dé elementos para eventualmente tomar decisiones", dijo el jefe de Estado, haciendo referencia a cuál será el futuro de las misiones en dicho país.

LA CARTA

Carta remitida por el presidente Mujica y el ministro de Defensa Fernández Huidobro:

"Montevideo, 6 de setiembre 2011
Señor Presidente de la República de Haití
Don Michel Joseph Martelly
De mi mayor consideración:
Vengo en mala hora a pedirle a usted y al querido y heroico pueblo de Haití las debidas disculpas ante el atropello que algunos soldados de mi país han perpetrado contra el Señor Jhony Biulisseteth y, como usted ha dicho: "contra la conciencia nacional del pueblo haitiano". Comparto su pesar que siento como propio.
Estoy seguro de que con estas palabras interpreto el sentir de mi pueblo. Un pueblo noble, fraternal y hospitalario que reconoce en el de Haití a un hermano ejemplar. Especialmente en los orígenes de nuestra lucha por la Independencia. Lo hago también, en nombre del personal de nuestra Fuerzas Armadas que habiendo dejado casi cuarenta muertos e innumerables heridos y mutilados en diferentes Misiones de Paz de las Naciones Unidas, se siente avergonzado por la inconducta criminal y bochornosa de unos pocos.
Sabiendo que el daño producido es irreparable, tenga usted la seguridad de que investigaremos hasta las últimas consecuencias y aplicaremos las máximas sanciones a los responsables.
Esperando que estas sinceras palabras encuentren hospitalidad en su corazón, nos retiramos ante usted y su pueblo, incondicionalmente solidarios.
Con el saludo más cordial.

José Mujica
Presidente de la República Oriental del Uruguay
Eleuterio Fernández Huidobro
Ministro de Defensa Nacional"

Uruguay: 1971-2011. La fuga de la cárcel de Punta Carretas. 40 años de historia‏


Estos fueron los 111 fugados


Los guerrilleros:

Luis Machado Morales, Rúben Bentancour, Jesús María Argiñarena, Nicolás Estévez, Antonio Bandera Lima, Carlos Echedo Acosta, Manuel Menéndez, Laureano Riera, Idilio de León, Héctor Romero, Mario Roger Julien, Walter Tresy, Arapey Cabrera, José Nieto, Ángel Yoldi, Óscar Puig Insaurralde, Eduardo Cavia, Augusto Maffei, Mario Rossi, Enrique Osano, José Zapata, Alberto Cía del Campo, Ataliva Castillo, Alejandro Buscarons, José López Mecado, Pedro Eismendi, Rúben García, Herman González, Ricardo Melo, Eduardo León Dutra, Daymán Cabrera, Alberto Caissioli, Óscar Delgado, Miguel Coitiño, Carlos Martell, Gabino Falero Montes de Oca, Eraclio Rodríguez, Vladimir Swed, Álvaro Leal, Arturo Dubra, Marcos Suárez, Juan José Domínguez, Carlos Varela, Raúl Sendic, Yamandú Rodríguez, Edgard Tiscornia, Julio Marenales, Horacio Ramos, Conrado Fernández, Aníbal Rondeau, José Vita, Leonel Martínez Platero, José Solsona, José Lopardo, Julio Listre, Héctor Clavijo, Juan Ciola, José Iglesias, Sergio Da Rosa, Aníbal de Lucía, Néstor Peralta, José Pérez Lutz, Luis Dubra, Julio Faravelli, Alberto Cocco, Alberto Aiello, Carlos Rodríguez, Augusto Sanz, Nelson Larraud, José Luis Nell, Juan Picardo, Emilio Martínez, Cesar Long, Carlos Furtado, Juan Carlos Medina, Tabaré Rivero Cedrés, Luis Pioli, Walter González, Juan Carlos Rodríguez, Alfredo Rivero, David Cámpora, Jorge Manera Lluveras, Servando Gatti, Juan Noeched, Alberto Candán Grajales, Elbio Cardozo, Efraín Martínez Platero, Luis Barrios Machado, José Mujica, Roque Lezcano, Gonzalo Romero, Jorge Leiva, Jesús Melián, Servando Staino, Daniel Ginovart, Ismael Bassini, Augusto Gregori, Eduardo Ariosa, Adolfo Wassen, Héctor Amodio Pérez, Eleuterio Fernández Huidobro, Carlos Rodríguez, Jorge Zabalza, Eduardo Juambelts, Asdrúbal Pereira, Armando Blanco.

Presos comunes:

Óscar Bernatti, Roberto Henay, Carlos la Paz, Arión Zalazar, Carlos Palomeque.

IMPACTO MUNDIAL QUE LLEGO A LA GUIA GUINNESS DE LOS RÉCORDS

Hoy se cumplen 40 años de la fuga masiva de Tupamaros de la cárcel de Punta Carretas

Hoy se cumplen 40 años de la mayor fuga de presos políticos de una cárcel de máxima seguridad ocurrida hasta ese momento en el mundo, como lo señala la Guía Guinness. De Punta Carretas se escaparon 111 encarcelados, a través de un túnel. La operación paso a denominarse "El Abuso".

LUIS CASAL BECK
La forma en que se produjo la fuga generó sorpresa y admiración en Uruguay y el mundo.En las horas decisivas en que se producía la fuga, los tupamaros organizaron una asonada en el Cerro y la Teja (operación Tero), con el propósito de distraer la atención de la fuerza pública. Los militares todavía no habían terminado de procesar la fuga de las 38 guerrilleras ocurrida el 30 de julio de la Cárcel de Mujeres, (operación Estrella), cuando se enteraban del megaescape.
La forma en que se produjo la fuga generó sorpresa y admiración en Uruguay y el mundo.En las horas decisivas en que se producía la fuga, los tupamaros organizaron una asonada en el Cerro y la Teja (operación Tero), con el propósito de distraer la atención de la fuerza pública. Los militares todavía no habían terminado de procesar la fuga de las 38 guerrilleras ocurrida el 30 de julio de la Cárcel de Mujeres, (operación Estrella), cuando se enteraban del megaescape.
Ciento once evadidos, entre ellos la cúpula del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.
Ciento once evadidos, entre ellos la cúpula del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.
Un plan minucioso, preparado dentro y fuera del penal.
Un plan minucioso, preparado dentro y fuera del penal.
La fuga desencadenó la furia de los militares.
La fuga desencadenó la furia de los militares.
En la madrugada del lunes 6 de setiembre de 1971, un centenar de guerrilleros presos en la penitenciaría de Punta Carretas, que era por entonces la cárcel de máxima seguridad del país, lograron fugarse a través de un túnel de unos 45 metros, pacientemente construido, que unía a la celda 73 de la enorme edificación -que poseía 400 celdas- con una residencia situada frente al establecimiento, en Solano García 2535, previamente copada por los tupamaros, en una operación planificada hasta en sus mínimos detalles. La llamada fuga del siglo quedo registrada en la Guía Guinness de los récords mundiales. Sus consecuencias políticas fueron enormes.
En esta penitenciaría estaban presos los más importantes dirigentes del Movimiento de Liberación Nacional, Tupamaros, (MLN-T), surgido en la mitad de la década de 1960, como Raúl Sendic, e integrantes de otros grupos guerrilleros menores. Algunos de ellos hacía años que purgaban sus penas en Punta Carretas. La centralidad de la acción represiva estatal estaba a cargo de la Policía, y era importante el papel cumplido por un departamento (Inteligencia y Enlace) de la Dirección de Investigaciones de la Jefatura de Policía de Montevideo, a cargo de un comisario y juez de fútbol llamado Alejandro Otero.
En las primeras horas del 6 de setiembre se concretó la "operación abuso", y lograron recuperar su libertad un centenar de tupamaros, entre los que se encontraban el actual presidente José Mujica, y su ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro; tres militantes del FARO, tres de la OPR 33, y cinco presos comunes, que colaboraron en aquella excavación, iniciada el 11 de agosto. Los guerrilleros ocupaban 95 de las celdas de aquel complejo carcelario, situado en las manzanas que hoy ocupa Punta Carretas Shopping Center.
En las horas decisivas en que se producía la fuga, los tupamaros organizaron una asonada en el Cerro y la Teja ("operación tero"), con el propósito de distraer la atención de la fuerza pública, en aquel agitado 1971 en que los uruguayos se aprestaban a elegir un nuevo gobierno en solo tres meses. Varios ómnibus y vehículos fueron incendiados en esos barrios de Montevideo, y decenas de patrulleros policiales quedaron con sus neumáticos inutilizados al tomar contacto con las grampas miguelito. Para la Policía, el fantasma de los Tupamaros -que mantenían secuestrado desde hacía ocho meses al embajador inglés Geoffrey Jackson- se reducía, en aquella mañana con lloviznas, a esos hechos de violencia.
Cuando el gobierno del colorado Jorge Pacheco Areco tomo conocimiento de lo que había ocurrido realmente, cundió el sobresalto y la desazón. Todavía no habían terminado de procesar la fuga de las 38 guerrilleras ocurrida el 30 de julio de la Cárcel de Mujeres, ("operación estrella"), cuando se enteraban del megaescape que comprendía a los mas importantes cuadros político-militares del MLN, entre los que figuraban sus figuras históricas, detenidas en 1970, cuando los masivos allanamientos producidos al ser secuestrado el norteamericano Dan A Mitrione, ligado a los organismos de inteligencia de los Estados Unidos.
Los ministros del Interior, Danilo Sena, y de Defensa Nacional, Federico García Capurro, pusieron sus renuncias a disposición de Pacheco, que no las aceptó. Fueron removidas, sí, las autoridades del penal, y el argumento central esgrimido por las autoridades fue que aquello había sido posible por la existencia de una corrupción generalizada entre la Policía y los funcionarios encargados de custodiar a los presos.
Tres días mas tarde, el gobierno aprobó el decreto 566/971, que asignó a las Fuerzas Armadas (FFAA) la conducción de todas las operaciones contra la guerrilla. Fueron creados nuevos organismos (como el Estado Mayor Conjunto,Esmaco), cuyo primer titular fue el flamante general Gregorio C. Álvarez, y a partir de ese momento otro pasó a ser el papel de los militares, que elaboraron planes, conocidos muchos años después, en los que fijaban como primer objetivo asegurar la realización de las elecciones en noviembre. Es en cumplimiento de los restantes que arrasaron con el estado de derecho y condujeron al país a una dictadura de casi doce años (1973-1985).
Pacheco, que gobernó con medidas de seguridad durante casi todo su período, buscaba su reelección (que no consiguió, lo que explica el ascenso de Juan María Bordaberry, su ministro de Ganadería y Agricultura), resolvió ese mismo día un aumento de los salarios del 27,2 %, cuando la inflación acumulada entre enero y agosto había sido del 13,6 %, procurando atraer el apoyo de la clase trabajadora a escasas semanas de los comicios.
El MLN dispuso liberar al embajador Jackson, y en el proceso de reorganización de la guerrilla los principales líderes de la misma no volvieron a la conducción de este movimiento, sino que a modo de transición, asumieron otros papeles para acostumbrarse a la nueva realidad configurada.
Aquella "operación abuso" generó un fuerte impacto a nivel local e internacional. No había precedentes de una fuga masiva de guerrilleros de esta dimensión. Uruguay fue portada de los principales diarios del mundo, en un día como hoy, pero de hace cuarenta años.
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1971 - 2011)  -  40 años de historia

LA FUGA DE LA CÁRCEL DE PUNTA CARRETAS



Hoy se cumplen 40 años de la mayor fuga de presos políticos de una cárcel de máxima seguridad ocurrida hasta ese momento en el mundo, como lo señala la Guía Guinness. De Punta Carretas se escaparon 111 encarcelados, a través de un túnel. La operación pasó a denominarse "El Abuso"

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LA REPÚBLICA HABLO CON LA DUEÑA DE LA CASA DONDE LLEGABA EL TUNEL

Auliso: A eso de las 5.30 avisamos a la Policía que los tupamaros habían fugado

"Soy la única testigo sobreviviente de estos hechos que habla", señaló a LA REPÚBLICA Serrana Auliso, que hoy tiene 82 años y sigue viviendo en la residencia de Solano García 2535, frente al actual Montevideo Shopping Center.

LUIS CASAL BECK
Serrana Auliso recuerda los hechos de aquella noche. "Los tupamaros actuaron con mucha corrección", afirma.
Serrana Auliso recuerda los hechos de aquella noche. "Los tupamaros actuaron con mucha corrección", afirma.
La salida del túnel obligó a cambiar las baldosas. Por allí se fugaron 111 reclusos.
La salida del túnel obligó a cambiar las baldosas. Por allí se fugaron 111 reclusos.
El 5 de setiembre de 1971, a la hora 19, los Tupamaros coparon esta casa y otras linderas, donde se encontraban Auliso, -que trabajaba como secretaria en una empresa de comercio exterior-, y su madre, Elena Bralich (74), que era jubilada. En el living hay nueve baldosas que son claramente distintas a las restantes. Es por allí que escaparon los 111 presos fugados de la entonces penitenciaría de Punta Carretas, a través de un túnel de 45 metros.
Auliso explicó que "los tupamaros actuaron con mucha corrección. Nos condujeron a un apartamento ubicado en la parte de atrás de la casa, que alquilábamos, donde vivían Billy Rial, y su madre, Dolores Castillo que era profesora de filosofía en (Enseñanza) Secundaria, y era periodista".
¿Cómo es que se produjeron los hechos?
Nosotras estábamos en la casa, cuando apareció Billy con unos muchachos, que se ve, habían entrado antes por su apartamento, entre los cuales estaba Henry Engler, según nos enteramos muchísimos años después. Nos dijeron que eran tupamaros, y que tenían que hacer un trabajo; y bueno, es ahí que nos llevaron para atrás, con mi madre, con Billy, y nos quedamos ahí, sin saber que estaba pasando o que podía ocurrir. Todo esto se dio en forma muy correcta; no hubo ninguna escena de violencia, ni nada por el estilo.
Jamás podíamos sospechar que pasaría algo así. Se da cuenta!!! En la habitación en la que nos ubicaron en el apartamento de Billy, había un muchacho vigilándonos, que tenía una radio policial, y escuchaba lo que pasaba en La Teja, donde la Policía estuvo muy activa aquella noche, que era horrible, con una llovizna que no cesaba.
¿Cuánto duro todo?
Y, déjeme pensar, fue entre el domingo 5, a eso de las 7 de la tarde, y el final, cuando se fueron, el lunes 6, a las 5. Nos dijeron que no podíamos salir antes de la media hora. Que tenían personas vigilando y con armas largas. Si, y también, que llamáramos a la Policía y avisáramos de la fuga, cosa que hicimos a eso de las 5.30.
¿Llamaron a la Seccional décima?
No, lo hicimos a un número general que había entonces. No me acuerdo. Algo así como el 911 de hoy; no recuerdo bien, cual era la característica de hace 40 años. Yo llamé, y le dije al funcionario que me atendió: se escaparon los tupamaros de Punta Carretas. Estuvimos secuestrados 10 horas.
¿Y qué les dijeron? No pensaron que se trataba de una broma?
Nos pidieron el teléfono, se ve que no había captores entonces, nos volvieron a llamar. Nos dijeron que nos tranquilizáramos, y que estaban saliendo para aquí.
¿En esas 10 horas, en ningún momento sintieron ruidos o se percataron de la circulación de gran cantidad de personas por la casa?
En el apartamento de atrás no; a eso de las 12, en la medianoche, me fueron a buscar, y al llegar al living, no podía creer aquello: los muebles habían sido removidos, había una cantidad enorme de personas, tierra acumulada por todos lados; yo no entendía nada en ese momento.
¿Y qué pasó?
Se ve que había una vecina que estaba paseando a su perro, y estaba mirando mucho para la casa. Pienso, no se. Después, me dieron como una clave, sonó el teléfono, me dieron el tubo, me dijeron que la repitiera, después me lo sacaron, y no supe nada más. Otra vez fui llevada al fondo.
¿Usted estuvo siempre solo con su madre?
Si, y con Billy, y después, con la madre y la novia de Billy, que llegaron más tarde. Teníamos bastante nerviosismo, porque no sabíamos que estaba pasando.
¿Antes de este operativo, no vieron nada distinto: personas en actitud extraña por la zona, algo que saliera de la rutina?
No, realmente. Mi madre después se acordó que unos días antes, vinieron unas muchachas a hacer una encuesta o algo así, por algo relacionado al medio ambiente; querían saber como era la ventilación en la casa. Yo no estaba. Las atendió mi madre.
¿Piensa que eran tupamaros que estaban reconociendo el terreno?
No sabemos; es una especulación que hicimos en aquel momento, después de lo que pasó.
Entonces, el túnel construido en la penitenciaría, tenía salida directa al living de su casa.
Esta ahí. Usted lo puede ver. Le pusimos unas baldosas que son algo más oscuras, y la alfombra lo cubre todo. Básicamente todo se conserva igual. Cuando vino el Ejército, tapó parte del túnel. Pero si usted se fija en la calle, hay una zona más oscura, casi frente a casa. Cuando estaban construyendo el Shopping, dos veces, como que se desmoronó el pavimento, y tuvieron que recubrir todo.
¿En qué parte estaban los vehículos que sacarían a los fugados del lugar?
En una casa de atrás, que estaba deshabitada en ese momento, y da a la otra calle, a Joaquín Nuñez 2952. Salieron por aquí y siguieron hasta la otra casa; tuvieron que romper la pared lindera.
¿Qué paso cuando vino la Policía?
Entraron, vieron todo, nos trataron muy bien. No tengo nada para decir. El que después tuvo problemas fue Billy, un muchacho muy bueno, que fue muy importante entre los mormones y que terminó preso. Lo tuvieron seis años.
Pero pertenecía al MLN?
No lo sabemos realmente. Siempre lo quisimos mucho. Era una gran persona; muy religioso. Murió hace un tiempo. Sí, al día de hoy, soy la sobreviviente que habla, por lo menos.
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TESTIMONIO PUBLICADO AL DIA SIGUIENTE POR EL DIARIO "EL DÍA"

"Salir por el boquete les insumió quince minutos"

Francisco Guillermo Rial Castillo, el joven que junto a su madre, su novia y cuatro vecinas estuvo por espacio de nueve horas secuestrado, mientras se concretaba la espectacular evasión.
Francisco Guillermo Rial Castillo, el joven que junto a su madre, su novia y cuatro vecinas estuvo por espacio de nueve horas secuestrado, mientras se concretaba la espectacular evasión.
Francisco Guillermo Rial Castillo, 30 años, conocido por "Billy" entre sus familiares y amigos, es un inquieto estudiante de Bellas Artes, grabador. Tiempo atrás viajó y trabajó en Estados Unidos (donde están radicados su hermana menor y su cuñado) y volvió a nuestro país hace unos dos años. Se reintegró a sus estudios de artes y realiza trabajos en una empresa maderera, propiedad de su padre y sus tíos. Vive con su madre, Dolores Castillo, periodista y profesora de Filosofía, en la finca de Solano García 2535, apto. 1.
Este joven fue el involuntario y principal protagonista -por lo menos en un aspecto- en la espectacular circunstancia que rodeó la fuga. Serenamente -aunque mostrando huellas de la emoción sufrida y sobre todo de preocupación por la salud de su madre, que a raíz de la tensión nerviosa sufrió una alteración cardíaca, por fortuna pasajera- nos cuenta:
-Eran más o menos las 19... Estaba solo en casa esperando a mi novia y a mi madre, que iban a llegar de un momento a otro; me entretenía leyendo y oyendo música, cuando llamaron a la puerta... Como siempre, por precaución encerré a mi perro en el cuarto, antes de abrir. Asegurado el animal (es un Doberman de gran tamaño), fui a la puerta.
Quedé enfrentado a dos hombres...
¿Cómo eran?
Jóvenes, de unos 25 años, correctamente vestidos... Uno llevaba un estetoscopio en la mano y pensé que sería un médico. No tuve tiempo de preguntar nada.
¿Por qué?
Porque, muy correctamente, en tono afable -pero con firmeza- avanzaron un paso al interior y me dijeron: "Quédese tranquilo... No corre ningún riesgo, pero venimos a copar su casa..."
¿Exhibían armas?
No en ese momento... Yo creo que respondí algo así como "¿copar qué?" y entonces me dijeron: "Sí, somos tupamaros" y fue entonces que uno, levantándose ligeramente la chaqueta o gabán que llevaba, me mostró con un gesto significativo la empuñadura de un arma... Enseguida penetraron ya definitivamente, cerraron la puerta tras ellos y agregaron: "También vamos a copar la casa de enfrente" y yo supuse que querían referirse al Penal...

Llega la muchacha

Nos sentamos en mi habitación (inmediata a la puerta de entrada) y casi enseguida volvieron a golpear. "No se moleste", dijo uno de ellos, y él mismo franqueó la puerta. Era una muchacha... Y esos tres fueron los que, hasta el final, estuvieron custodiándonos...
¿Custodiándolos?
Sí. Me exigieron que les acompañase a la casa de enfrente, con la que tenemos comunicación interior... Allí vive una señora anciana y su hija: las obligaron a pasar a nuestro apartamento... Media hora más tarde llegó mi novia, casi enseguida mi madre... Como a mí, las hicieron permanecer en la habitación...

7cautivos: larga espera

"Sin embargo -sigue Billy- todavía hubo un suceso más; otras dos vecinas llegaron de visita y también las obligaron a quedarse con nosotros... En total siete personas. Así transcurrieron largas horas, hasta la madrugada, en que la casa se llenó de gente... Eran los fugados y todos se fueron...
¿Hubo algún incidente especial en el transcurso de ese tiempo?
No; hablaban muy poco y, siempre, para tranquilizar a las mujeres, diciéndoles que nada les iba a ocurrir...
¿Le dijeron en algún momento que se iba a practicar un boquete en la casa?
No; no pudimos saber de qué se trataba hasta que empezaron a aparecer los fugados...

La irrupción; más detalles

"Más o menos a las tres se empezaron a oír ruidos que provenían de bajo tierra, a la altura de la acera... Fue cuando nuestros custodias parecieron algo nerviosos... Iban y venían al frente... De pronto, a eso de las cuatro, comenzaron a aparecer los tupamaros fugados... Iban apareciendo con ropas viejas, manchadas de tierra... Procedían rápidamente y en silencio; iban pasando al fondo, donde, como ustedes verán, practicaron un boquete en la pared y salían a los fondos de la casa vecina que tiene frente a Joaquín Núñez...

Se comunicaban por radio

¿Qué más pudo observar?
Nosotros permanecíamos en la habitación... Los veíamos pasar y dialogar en voz baja en el corredor... En determinado momento uno se quedó allí: portaba una radio a pila y se comunicaba con alguien...
¿Cuánto tardó todo eso?
Desde que aparecieron los primeros hasta el último, pocos minutos, en realidad...quince, probablemente.

Le exigen silencio

¿Quiénes fueron los últimos en partir?
Los mismos que nos habían custodiado...
¿Les hicieron alguna advertencia?
Sí: "Esperen media hora antes de salir a la calle; no den aviso antes... Hay gente vigilándolos".
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LA MIRADA DE MAURICIO ROSENCOF

"La libertad está en el que lucha por alcanzarla"

Rosencof participó de la logística externa de la histórica fuga. Considera que la fuga es una demostración de lo que los uruguayos pueden hacer con planificación.

MARCELO BUSTAMANTE


A las 5.30 horas del 6 de setiembre de 1971, ocurría uno de los hechos épicos e históricos de nuestro país, cuando 111 tupamaros, tras un tenaz y detallado trabajo de ingeniería, se escapaban del penal de Punta Carretas. Hoy se cumplen 40 años de aquella inolvidable fuga que marcó a varias generaciones de uruguayos.
Mauricio Rosencof fue uno de los tupamaros que participó activamente de la logística externa que permitió la fuga de los presos, en lo que fue la toma de la casa por la cual se escaparon del penal de Punta Carretas.
"Hay un concepto muy lindo que expresa: la libertad está en el que lucha por alcanzarla", destacó el popular "ruso", y agregó: "pero a veces a esta hay que darle una manito." Destacó que aquella fuga tuvo la particularidad de la "entereza, la energía, el coraje, de los que estuvieron bajo tierra, cavando como topos, y que un día se encontraron con un túnel que habían hecho los anarcos de la carbonería 'El buen trato', que les permitió tener aire y poder depositar la tierra." Rosencof explica que los túneles que se cruzaron fueron hechos por diferentes ideologías pero tenían un mismo objetivo: "la libertad".
Dijo que esta fuga de los 111 tupamaros no eclipsa lo que había ocurrido pocos días antes, que era la fuga de las presas, en otra operación exitosa. Destacó que entre los fugados estaba José Mujica, "que creo que hoy es Presidente de la República."
Rosencof se detuvo unos instantes a reflexionar, y retrotrayéndose 40 años, comentó que visto a la distancia "todo parece de ciencia ficción. Ese operativo fabuloso, mágico e insólito, si me pongo a pensar que se pasaron 11 años, 6 meses bajo tierra, con el 'Pepe' y el 'Ñato', con una sola ración, pudiendo orinar solo una vez al día y tomar no más que un vaso de agua diario, "y ahora uno es ministro de Defensa y el otro es Presidente de la República. Toda esta historia ahora parece de ciencia ficción.
Esto ni Ray Bradbury se imaginaba una cosa de esta naturaleza." Consideró que esta fuga formó parte de una utopía para que en el país hubiera un grado de igualdad. Dijo que si se dio de esa forma es porque "el hombre se aferra siempre a la vida, como la hiedra al muro. El ser humano, al margen de su ideología, no sabe del grado de resistencia y capacidad que tiene para mantenerse vivo. La fuga..., a partir del momento de que uno cae en cana, lo primero que piensa es en la libertad." Aclaró que una cosa es fugarse para dedicarse al consumo de la pasta base, y otra es para reintegrarse a la lucha por la igualdad social.
"Lo único de lo que nos arrepentimos de aquellos tiempos es de no haber ganado", enfatizó Rosencof.
Recordó lo complejo que fue el operativo de la fuga, al tener que sacar a 111 personas de la cárcel, que todos ellos cruzaran la calle sin que se advirtiera y que luego se fueran en tandas en distintos vehículos. "En un camión, el Lalo Gallinares, que iba al volante, perdió el contacto para depositar a los 40 compañeros. Él tenía un ranchito en Shangrilá, y decidió llevarlos para ahí antes de que se cerrara la frontera, y atravesó los límites de Montevideo con Canelones con ese cargamento gitano, y estuvieron ancladas todas esas personas amuchadas, pero luego se fueron paulatinamente", relató Rosencof.
A 40 años de aquel histórico acontecimiento, el dirigente tupamaro dijo que actualmente Uruguay vive "otra época, otra gente, pero el uruguayo mantiene la rebeldía en los genes."
"Toda esta historia ahora parece de ciencia ficción. Esto...ni Ray Bradbury se imaginaba una cosa de esta naturaleza".
ELEUTERIO FERNANDEZ HUIDOBRO
"Un grito de libertad"
El año pasado, con motivo del aniversario 39 de la fuga de Punta Carretas, Eleuterio Fernández Huidobro escribió la contratapa de LA REPÚBLICA. Estos son algunos fragmentos de su columna de opinión.
"Como es sabido, fue una operación de guerrilla urbana que tuvo suerte. La imprescindible en todo orden de la vida".

"La izquierda uruguaya es la del más antiguo proceso de acumulación ininterrumpida de América. Es por eso, que todavía hoy, y hasta en el gobierno, muestra algunos de los pocos dirigentes guerrilleros de la década de los sesenta y de todo el continente, vivos de milagro y todavía actuantes, con sus errores y achaques a cuestas ('medio bichocos' dijera el ex guerrillero y actual presidente Mujica) pero, como siempre, en las trincheras del campo popular. Algo raro en el mundo".

"Desde siempre pedimos, y hasta imploramos, que las víctimas y protagonistas de aquel tan duro temporal represivo, tramo trágico de nuestra historia, escribieran, grabaran o filmaran su testimonio antes de que la edad que venimos soportando lo impida".

"Y si la fuga de Punta Carretas fue hace 39 años y el 'Obeliscazo' hace 28, es clarísimo que gran parte de nuestra población, de acuerdo a la fecha de su nacimiento, carece de una inmensa cantidad de información imprescindible".

"Poco importa (aunque importa) la tendencia política o el 'cristal' con el que se mira cada versión de los hechos si ni tan siquiera existe versión de los hechos".

"Aquella fuga fue un grito de libertad esencialmente colectivo. Jamás vimos actuar con tanto espíritu de cuerpo, disciplina autoimpuesta y labor en equipo, a tantos compañeros, como en aquel desafío. Dicho con todo respeto: no parecíamos uruguayos".

"Intuyo, porque no me lo han contado, que el proceso de salida y expulsión de la dictadura fue, a nivel colectivo nacional e internacional, una 'obra' por el estilo pero de inmenso e incomparable volumen social y político".

Lo que, entonces, muestra y demuestra las cosas que podemos hacer tanto en Uruguay como en la región, cuando nos las proponemos en serio. La libertad acostumbra realizar milagros que no son más que la fuerza imponente que su demanda despierta. 'Inexplicables' a primera vista e 'imposibles' en los cerebros del desaliento perpetuo".
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Martes, 06 de septiembre, 2011 - AÑO 12 - Nro.56775
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EL RÉCORD PERSONAL DEL PRESIDENTE

Mujica se escapó dos veces de la cárcel de Punta Carretas

En su etapa como guerrillero el presidente José Mujica se escapó en dos ocasiones de la penitenciaría de Punta Carretas. En los dos casos, junto a varios de sus compañeros, lo hizo a través de túneles. Todo un récord que no está registrado en el Guinness.
En marzo de 1970 Mujica tuvo un enfrentamiento a tiros con fuerzas de seguridad en un bar (La Vía) de la entonces Avenida Larrañaga y Monte Caseros. Herido de varios balazos, fue trasladado de urgencia al hospital militar, donde lo operaron y le extirparon el bazo. Permaneció varias semanas en estado muy delicado. Aún encontrándose en una situación muy frágil, lo trasladaron a Punta Carretas, la cárcel de mayor seguridad del país por entonces, donde fue mejorando en forma gradual.
El 6 de setiembre de 1971 se escapó con un centenar de sus compañeros de Punta Carretas. Entre los fugados hubo cinco presos comunes que colaboraron en todo el proceso de preparación de aquel gran escape.
Uno de ellos los delató. El 19 de octubre Mujica fue nuevamente detenido y conducido a Punta Carretas, desde donde siguió las instancias electorales que vivían los uruguayos. El MLN, a través de un movimiento creado en el Frente Amplio (26 de Marzo), intervino en esa etapa. Sus simpatizantes votaron mayoritariamente las listas del ex ministro y diputado herrerista Enrique Erro, que accedió a una banca de senador.
El 12 de abril de 1972, dos días antes de los atentados del MLN contra uniformados y civiles acusados de pertenecer a un escuadrón de la muerte, según las declaraciones del fotógrafo policial Nelson Bardesio, Mujica volvió a escaparse. La fuga se conoció como la operación "Gallo", y a diferencia de la anterior, el túnel fue construido desde el exterior del penal, desde la red cloacal. En total, intervinieron en esta operación 15 tupamaros y varios presos comunes.
Un mes después Mujica estaba clandestino en un local situado en Villa Dolores y al verse acorralado en un operativo militar se ocultó en el sistema cloacal durante dos días y nuevamente escapó del asedio de los uniformados. (LCB)
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"Nada fue dejado al azar"

* El ex diputado Juan José Domínguez fue uno de los 111 que en la madrugada del 5 de setiembre de 1971 se fugó del entonces Penal de Punta Carretas.
Domínguez recuerda que el operativo estuvo signado por una serie de contratiempos. "La intención era salir a las 10 de la noche pero terminamos fugándonos a las cinco de la mañana".
El túnel resultó siendo una obra de ingeniería por el cual lograron salir por tandas 11 militantes de izquierda y 6 presos de los llamados "comunes" por las autoridades carcelarias de aquellos años.
Domínguez fue uno de los ayudó a excavar y, según relató, nada fue dejado al azar.
El sistema de ventilación era uno de los aspectos más difíciles de solucionar aunque "si los milagros existen, puedo decir que experimentamos un milagro".
Hasta la mitad del túnel, Julio Marenales había creado un sistema de fuelle por el cual se bombeaba aire al ducto. El fuelle fue confeccionado con cuero "pero en determinado momento nos quedamos sin material y se complementó con papel". El fuelle alimentaba aire "pero solo hasta la mitad del túnel", recuerda Domínguez "al punto que había compañeros que salían desmejorados, casi desmayados por la falta de oxígeno".
Y el "milagro" sucedió. "Cuando ya no había mucho que hacer con el tema del aire, excavando me encontré en determinado momento con una tapa de dolmenit que al abrirla resultó ser la desembocadura de un desagüe de un tubo de 10 centímetros de diámetro que nos proporcionó el oxígeno que necesitábamos. Fue una bocanada impresionante, milagrosa", recuerda Domínguez. El túnel por el cual se escaparon en aquella madrugada del 5 de setiembre de 1971 tenía un alto de 90 centímetros y un ancho de 60 centímetros. "A algunos que estaban algo gordos se les complicó".
Durante el trayecto, los excavadores se encontraron también con el viejo túnel que a principios del siglo XX habían hecho un grupo de anarquistas que, como ellos, también se habían fugado de la cárcel y por el cual salieron al local comercial conocido como la carbonería "El buen trato". Ese túnel de principio de siglo pasado no fue usado por los que protagonizaron "El abuso" porque los cruzaba transversalmente. El sistema de iluminación fue resuelto con portátiles alimentadas a baterías.
Domínguez destaca que en el trayecto del túnel "algunos compañeros habían colocado carteles indicadores" y algunos otros con mensajes revolucionarios y reivindicativos, del tipo "el camino de la libertad" o "esto es un ejemplo de solidaridad".
Los primeros en salir del penal fueron los principales dirigentes del MLN. Luego siguieron otros militantes tupamaros y dirigentes de otros sectores de izquierda.
* Documental. History Channel emitió el 8 de abril de 2009 "Tupamaros: la fuga de Punta Carretas". "Es un relato sobre un episodio en el cual la política y la voluntad personal se entrelazan", promocionaba History. El documental realizado por Anima Films incluyó entrevistas con protagonistas de la época para dar cuenta del contexto histórico. Además, recorrió lugares emblemáticos donde se llevaron a cabo las acciones más sonadas. En simultáneo, se desarrolló otra línea narrativa que tuvo que ver con la vida del grupo de militantes. Esa parte contó con los testimonios de los principales líderes tupamaros.
* Récord Guinness. Fueron 111 las personas que fugaron y fue la fuga de presos políticos más grande de la historia. Por eso entró al libro Guinness de los Récords.
* María Esther Gilio publicó "La guerrilla tupamara". Lo hizo en La Habana, en 1970, por la Casa de las Américas. La notable periodista, escritora, biógrafa y abogada uruguaya de destacada actuación en diarios de Uruguay y Argentina, falleció el 27 de agosto. Colaboró también con publicaciones de Brasil, México, España, Francia, Italia, Chile y Venezuela.
* "Les Tupamaros". Es un libro publicado en francés sobre la historia y la fuga de grupo. Fue escrito por Alain Labrousse. Ejemplares de la primera edición se ofrecen en Internet a $ 500, aproximadamente. Labrousse vivió en Uruguay entre 1965 y 1970, y regresó a Francia.

* "Estado de sitio" es una película franco-italiana de 1972, dirigida por Costa Gavras e inspirada en la historia de los Tupamaros. Protagonizada por Yves Montand, Renato Salvatori y Jacques Weber en los papeles principales. Fue ganadora del Premio Louis Delluc 1972. Ganadora del premio Naciones Unidas y Nominada al premio Globo de Oro a la mejor película en lengua no inglesa en 1974.
* Volante. En Mercado Libre se vende un volante original de época del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros a $ 990. "Hemos ganado una batalla pero no la guerra. Por la libertad de todos los presos políticos. Habrá patria para todos o no habrá patria para nadie", rezaba el volante.

* Murgas. El libro "Murgas en dictadura" da cuenta de cómo se las arreglaban entonces las murgas para decir cosas y esquivar la censura. Sus autores, Federico Graña y Nairi Aharonián, dan cuenta de cómo murgas como La Soberana hablan o cantan sobre la fuga de los tupamaros de Punta Carretas.
* "Política de poder" es un libro cuya primera edición fue lanzada en México. Escrito por Kenneth Johnson y María Mercedes Fuentes. Producido por la Universidad de Texas y digitalizado en 2007. Tiene 269 páginas.

Fuente: La Republica, martes
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6 de setiembre                                            Jorge Zabalza
                     LA GRAN FUGA Y EL DOBLE PODER 
La mañana del 30 de mayo de 1970, el Penal de Punta Carretas amaneció alborotado: sin efectuar un sólo disparo el MLN(T) se había llevado todas las armas del Centro de Instrucción de la Marina. Las puertas de las celdas fueron dejadas a media tranca, las burlas y los gritos triunfales transmitían la noticia  de celda en celda y, poco más tarde, en el patio de recreo los presos políticos hicieron gimnasia todos juntos. Con el fin de disimular la fuerza real que representaban, habitualmente la preparación física se hacía por columna, cada día dos de las seis en que estaban organizados los tupamaros, cada cual con su cronograma de ejercicios físicos, deportes, cursos técnicos y formación política.
Esa mañana del 30 de mayo, los falsos pudores se quemaron en la hoguera del triunfalismo. Encabezados por Pedro Dubra y el Canario Long, doscientos revolucionarios formados  de a cuatro en fondo, trotaron en una larga fila alrededor de la cancha de fútbol. La voz aflautada del Canario gritaba “izquier!” y doscientas suelas golpeaban al unísono el piso de balasto, resonando en los muros como un sólo golpe, seco, tremendo, que hacía temblar los cimientos del presidio. Los  viejos retirados militares que formaban la Guardia Blanca y vigilaban desde lo alto del muro,  cargaron sus carabinas maúseres por las dudas. Allá en al patio vaían un ejército de revolucionarios, un verdadero ejército acuartelado en el Penal de Punta Carretas.
Hubieron más de veinte planes de fuga en discusión. Estaba aquél que tanto gustaba a Jorge Manera Lluveras: dos de nuestros más atléticos compañeros (posiblemente Pedro y el Canario) se escondían en los baños,esperaban el momento exacto en que los dos guardias estuvieran alejados del punto de ataque, escalaban el portón del corredor 23, uno subía a hombros del otro y con dos palos de escoba atados, colgaba un gancho y una escala de cuerda de la baranda donde se apoyaban los guardias, trepaban hasta lo alto a fuerza de brazo  y los reducían con revólveres de un tiro (de fabricación casera, invento del Inge). El resto treparíamos por la escala y bajaríamos hasta la calle descolgándonos por cuerdas los ocho metros de altura. Estaba pensado saltar a un camion cargado con colchones para acelerar la bajada. Se daba por descontado que el fuego de los compañeros de afuera cubriría la “descolgada”, para que la guardia no hiciera blanco en los fugados.  
A mí me gustaba el proyecto de entrar un par de metras, reducir los guardias en la “tercera”, de mañana temprano al repartirse el café, tomar el “centro uno”, abrir los portones que daban a la calle Ellauri (no era difícil obtener sus llaves) y salir en tropel rumbo a la ciudad y la libertad.
En conversaciones con el “Diente” Rosa, cuya comisión era lavar la ropa blanca del hospital, Juancito Almiratti descubrió la posibilidad de irse por un túnel exacavado desde la cloaca hacia el sótano. Se tomaba el hospital y nos íbamos chiflando bajito. La operación la bautizamos “Gallo” y fracasó cuando se intentó llevar cabo.
La realización de una fuga  estaba en el aire, creo que hasta los guardias daban por descontado que los tupas se iban a fugar en algún momento. Era un hecho virtual, faltaba concretarlo.  La fuga de los tupamaros era la consecuencia necesaria de la situación de doble poder, cuya base política estaba en el accionar guerrillero y, en particular, el asalto al cuartel de la Marina,  pero que en Punta Carretas alcanzaba una expresión muy clara.
Cada guardia de Punta Carretas estaba sujeto a la influencia de los dos poderes, el del aparato del Estado, que pagaba su sueldo y representaba la posibilidad de la represión policial, y el del aparato guerrillero, que en el penal ejercía una influencia muy concreta, mano a mano, que el guardia no podía desconocer de ninguna manera.  Por un lado, el hombre era sensible al discurso antisubversivo del pachacato, convalidado por el consentimiento de la mayor parte del electorado y reafirmado cotidianamente por los medios de comunicación, pero por el otro, no podía desconocer la justicia de la causa que impulsó al movimiento tupamaro para tomar la armas. En la disyuntiva y la contradcción entre los dos poderes, el guardia a veces, pocas veces, cumplía con su triste oficio, y en otras, las más de las veces, hacía la vista gorda y no se metía en líos. No era moco de pavo estar identificado por quienes habían ejecutado al Comisario Morán Charquero.
El flaco Melián y Juancito Almirattti coordinaban las relaciones políticas con la población carcelaria, un arte en el que verdaderamente se debía hilar muy finito y en el cual jugaba un importasnte papel la solidaridad concreta: la mitad de las vituallas que entraban a los presos políticos pasaban a los presos sociales a través del “almacén” que administraban Arturo Dubra y el Indio Yamandú Rodríguez Olariaga.  En la semana de turismo de 1971 el MLN(T) impartió cursos a los presos sociales que lo deseaban: historia nacional, economía política (lo dió Raúl Sendic), historia del movimiento sindical, la revolución cubana, etc. Sin esa base social favorable la fuga no habría sido posible; desde los planos del penal y los alrededores hasta el uso clandestino del teléfono (no había celulares ni facebook en aquellos tiempos), desde contar con información exacta sobre lo que pensaban y hacían las autoridades carcelarias hasta la posibilidad de entrar o sacar cualquier objeto, todo dependía de las simpatías y el apoyo de la población carcelaria. Y, como si eso fuera poco, solamente gracias a la incorporación de Arión Salazar se pudo excavar el túnel desde su celda en el primer piso, la más cercana al muro de la calle García Cortinas.   
Con los secuestros de Mitrione, Dias Gomide y Fly,  el MLN (T) apareció administrando la justicia popular, en un ejercicio puro de contrapoder, planteando canjear los prisioneros de Punta Carretas y Cabildo por los prisioneros de la Cárcel del Pueblo, de igual a igual. En aquella semana de agosto de 1970  tuvo lugar una pulseada histórica entre el régimen y el movimiento guerrillero. Pacheco se mantenía en sus trece, no quería negociar con subversivos,  pero las presiones para ceder y salvar la vida de los secuestrados era mucha. La caída del Comité Ejecutivo en el allanamiento de la calle Almería, sobretodo por el apresamiento de Raúl Sendic, resolvió la pulseada en favor del pachecato. La suerte (o el trabajo de inteligencia) pareció inclinar la balanza del poder en favor del aparato del Estado.
Sin embargo, durante esos meses en que el MLN(T) pareció haber sido noquedao, la lucha popular siguió cuenstionando el poder del pachecato. Con sus diversas formas de movilización, los sindicatos, las organizaciones vecinales y los gremios estudiantiles iban desarrollando en los hechos y desde las bases una red de poder independiente del régimen y que apuntaba contra el sistema. Sobre esas experiecnia populares de lucha y resistencia frutificaron las gestiones que conformaron el acuerdo partidario “Frente Amplio”. En diciembre de 1970 el MLN(T) declaró su apoyo crítico a la nueva opción electoral y suspendió unilaterlamente las acciones militares para no obstaculizar su desarrollo como movimiento organizado  en Comités de Base. Al influjo de las noticias del mundo exterior, los presos de Punta Carretas sintieron la imperiosa urgencia por conquistar la libertad para integrarse a la lucha revolucionaria,  de ahí que fueran desempolvados los planes de fuga que habían sido archivados cuando el entusiasmo del canje. El movimiento tupamaro trabajó denodadamente por la fuga de los presos políticos, dentro de la cárcel y fuera de ella. No podemos olvidar las largas horas de los compañeros excavando el túnel apodado el Mangangá para llegar al subsuelo del Penal desde un apartamento ubicado a cuatrocierntos metros de  distancia.
La historia del Abuso ha sido relatada en varias versiones. Hoy hace cuarenta años que Joaquín Schroeder tendió su brazo para ayudarme a salir por la boca del túnel. También hoy cumpliría noventa años Andrés Cultelli.
Los presos salimos con los planes “hipopótamo” y “del 72” en el bolsillo y en la cabeza. Salimos a trabajar empeñosamente construyendo tatuceras en el Collar y en el Tatú, a conectar berretines con las cloacaas en las cloacas, a armar milicias con  la columna 70, a desarrollar el aparato militar hasta sus últimas consecuencias. El contrapoder guerrillero fue el imaginario que nos predispuso a tomar Soca y la comisaría de Camino Repetto, a declarar la guerra en Paysandú y a las jornadas del 14 de abril y del 18 de mayo de 1972.  El MLN(T) no se quedó sin estrategia sino que implementó una equivocada:  desarrollar el aparato guerrillero hasta dejarlo en condiciones de tomar Montevideo como el 8 de octubre dev 1969 se había tomado Pando.  La gran fuga fue la apoteosis de la concepción del doble poder, la confirmación por la práctica de que era posible instaurar un poder guerrillero contrapuesto al poder del aparato represivo.
Las anteojeras que nos colocó el doble poder no nos permitieron ver la concepción qué entrañaban las movilizaciones populares de base en los barrios, los sindicatos de la tendencia combativa y los gremios estudiantiles donde crecían la ROE y los FER. Se pensó la insurrección como tarea del aparato guerrillero desarrollado en una telaraña que llegara “hasta el pueblo”, pero no se pudo imaginar la insurrección como tarea del pueblo organizado autónomamente y armado hasta los dientes. No percibimos ni discutimos ni elaboramos la insurrección en el marco del poder popular y ese error de concepción nos llevó a morir en la batalla “aparato contra aparato”. 








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