jueves, 23 de diciembre de 2010


CIA crea grupo para evaluar consecuencias de WikiLeaks

22.12.2010 | 21.23- El Espectador

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha creado un grupo de trabajo que evaluará las consecuencias de la divulgación de miles de documentos diplomáticos del departamento de Estado por parte de WikiLeaks, anunciaron este miércoles diversas fuentes.
"El director (de la CIA, Leon Panetta) ha pedido al grupo de trabajo que investigue si las últimas revelaciones de documentos por parte de WikiLeaks pueden afectar las relaciones de la agencia en el extranjero o sus operaciones", explicó a la AFP George Little, un portavoz del centro de inteligencia, confirmando así una información del diario Washington Post.

Pese a que pocos de los documentos difundidos citan a la CIA, la agencia quiere evaluar sus posibles consecuencias, sobre todo por el reclutamiento de futuros informadores, que podrían temer que sus indagaciones salgan a la luz.

Por ello, el grupo de trabajo, dirigido por el servicio contra el espionaje de la CIA, recopilará todos los documentos, la gran mayoría confidencial, publicados por WikiLeaks en las últimas semanas, de acuerdo una fuente que pidió el anonimato.

La filtración de documentos de la diplomacia estadounidense por WikiLeaks puede servir para que el gobierno estadounisense restrinja más su política de compartir las informaciones confidenciales, según la fuente.

Una parte de los documentos difundidos por la organización pertenecen al servidor SIPRNet (Secret Internet Protocol Router Network), una red que permite a los departamentos del gobierno de Estados Unidos compartir mejor sus informaciones.

Bradley Manning, un joven soldado estadounidense que permanece detenido, es sospechoso de haber entregado los documentos a WikiLeaks, ya que tenía acceso a al servidor como analista.

Según el Washington Post, la CIA rechazó en 2008 aumentar su participación en la red SIPRNet, debido a su afán por no compartir sus secretos.

Partidarios de Wikileaks preparan “golpe” contra banco

22.12.2010 | 19.04 - El Espectador

Los seguidores del sitio planean en forma anónima castigar al Bank of America por negarse a prestar servicios a la organización.
Partidarios de Wikileaks preparan “golpe” contra banco


Un nuevo informe de la Universidad de Harvard advirtió que los ataques cibernéticos son un arma potente y cada vez más común. 

Bank of America se unió el 17 de diciembre a otras instituciones financieras, al negarse a procesar los pagos de Wikileaks, que ha sido objeto de críticas desde el 28 de noviembre cuando reveló 250 mil calbes secretos de sedes diplomáticas de Estados Unidos.

El banco dijo en un comunicado que Wikileaks "puede estar comprometido en actividades que son, entre otras cosas, incompatible con nuestras políticas internas para el procesamiento de pagos." 

Casi inmediatamente, los activistas en línea bajo la bandera Anónimo comenzaron a tramar una llamada "Operación Boa Constrictor" contra el mayor banco de Estados Unidos por activos.

Una fuente reveló que los usuarios planean una batería de acciones entre las que se destacan inundar servidores, saturar correos electrónicos, manifestaciones, desacreditar la institución vía medios de comunicación entre otras.

Hay rumores sobre la posesión de documentos por parte de WikiLeaks sobre este banco.

“Va a temblar un gran banco”, aseguró una alta fuente.


La revolución Wikileaks

22 Diciembre 2010 6 Comentarios
Por  Maximilian Forte
REVISTA SIN PERMISO, 19/12/10
Tomado de: Counterpunch, 14 de diciembre de 2010
Ilustración: Paul Klee
Ilustración: Paul Klee
Estado. Secretismo. Seguridad. Censura. Gran hermano. Tribunales. Policía. Corporaciones. Bancos. Espionaje. Traición. Asesinato. Infoguerra. Campo de batalla. Tropas. Terroristas. Criminales. Hackers. Activistas. Peligro. Arresto. Prisión. Venganza. Represalia. Desafío. Subversión. Justicia. Libertad. Derechos. El pueblo.
Éstas son las palabras claves de un conflicto con un potencial revolucionario. Muchas de ellas podrían ser las palabras clave de cualquier conflicto. Algunas de estas palabras resultan ser las más recurrentes que uno se encuentra cuando sigue la batalla entre el movimiento de Wikileaks y el estado.
Éste es un conflicto con objetivos anunciados públicamente, con una confrontación real donde se ponen en juego las estrategias de cada uno y el poder se tambalea. Todo esto puede resultar obvio, pero conviene recordar que éste es un proceso político, y que en consecuencia debería ser analizado como tal, para ayudar a prevenir que algunos lo introduzcan en el cajón de alguna ciencia oscura de discurso especializado del tipo “ciberactivismo”, “política digital” o incluso “infoguerra”. (Nada preocupante, aunque la industria del “activismo en los medios sociales y digitales” que se ha desarrollado con el patrocinio del Departamento de estado, con todos su gurús y charlas para la TED, asegurarán que esta desviación del debate tenga lugar de una manera efectiva y algunos se convencerán de que todo esto va solamente “sobre Internet” y no sobre “el mundo real”.) Pero esta guerra no es sólo una guerra por la información. Esta guerra es una guerra por lo que la gente está dispuesta a aceptar en su relación con un estado que ha estado expandiendo su poder incesablemente a nuestra costa. Es una guerra a largo plazo. El telón de acero no cayó en 1989: se corrió para cubrir el mundo entero. En otros términos, si lo prefieren, estamos continuando y, esperanzadoramente se ha señalado ya una conclusión, lo que Immanuel Wallerstein y otros han denominado la Revolución mundial de 1968 (y algunos de los actores de entonces están presentes y luchando de nuevo; gracias Daniel Ellsberg [responsable de las filtraciones de los papeles del Pentágono, N.T.]). En un marco temporal más amplio se podría incluso decir que estamos luchando contra el hecho de que los nazis no fueron derrotados por completo tras la Segunda Guerra Mundial, en tanto que sus políticas se convirtieron en el molde en el que nuestras política imperialistas toman forma (ya sea en forma de un estado propagandístico creciente, el uso aceptado de la tortura y la experimentación científica en prisioneros, el uso de armas contra la población civil y la vigilancia estatal masiva). Si la gente se sigue llamando “nazi” tan frecuentemente es precisamente porque los nazis tuvieron éxito. Y si vamos más allá en el tiempo, estamos combatiendo los efectos de la expansión del estado moderno y sus consecuencias agresivas en las relaciones sociales. Éste es un enfrentamiento aún por resolver entre el poder centralizado, una relativa novedad en la historia de la humanidad, y formas sociales más igualitarias que las que han dominado la historia de la humanidad durante milenios. Ahora el estado desea reducirnos a todos nosotros a una población infantil, vulnerable y dependiente: un grupo de niñitos que se chupan el dedo, asienten con la cabeza y hacen burbujitas con la boca preocupados por la “seguridad”, pidiendo a papá estado que nos “proteja”.
Es un conflicto, desde luego, pero el terreno político en el que se está llevando a cabo cambia constantemente de forma, ensanchándose para que uno de los contrincantes se sienta más seguro. No es un “juego”, como al antropólogo F.G. Bailey le gustaba decir, con normas convenidas y jueces establecidos y objetivos y premios determinados de antemano. Éste es un conflicto en el que las normas del juego (diplomacia, secretos de estado) y el juego mismo (imperio) están siendo directamente desafiados con la intención de que estos juegos jamás vuelvan a ser llevados a la práctica con personas.
Ahora tenemos que hablar ya de un movimiento Wikileaks, y es un movimiento que está siendo el objetivo del estado imperialista norteamericano (concretamente: de sus empleados, partidarios y financiadores), que comprende al menos a medio millón de personas en todo el mundo, procedentes de todos los ámbitos de la vida social. Así como algunos hubieron de admitir los ataques DDOS (distributed denial of service) en su vocabulario, ahora tienen que admitir DPOS (distributed provision of service). En el último recuento, los mirrorsde Wikileaks establecidos por sus seguidores alcanzaban casi los 1.700. El arresto y encarcelamiento de Julian Assange ha dado un soplo de vida que ha hecho al movimiento visible como movimiento: la comunicación de Wikileaks con el público vía Twitter no sólo ha continuado, sino que ahora existen varias cuentas individuales para Wikileaks; el número de cables publicados se ha incrementado y aparentemente a un mayor volumen y velocidad; sitios que habían bloqueado, censurado o roto sus acuerdos con Wikileaks han sido atacados y bloqueados (incluyendo PayPal, MasterCard, Visa, Swiss Post y otros) gracias a la Operation Avenge Assange dirigida por Anonymous (también conectados a la Operación Payback y a la Operación Leakspin, en curso); y más de 500.000 personas han demostrado su apoyo a Wikileaks (tú también puedes hacerlo firmando aquí). El papel de Julian Assange ha sido muy importante, pero cuando ha sido apartado temporalmente el movimiento no se  ha detenido. El movimiento ha florecido. La estrategia del estado de intentar silenciarlo ha mostrado al mundo que lo que dijo era cierto: él es un pararrayos, no la organización.
Esto es un conflicto. Wikileaks es un movimiento. ¿Pero qué transformación podemos esperar? ¿Será esa transformación revolucionaria? Que hemos alcanzado una encrucijada es claro: nunca más la relación entre la ciudadanía, el poder estatal y los medios de comunicación será la misma. Es fácil suscribir a Julian Assangecuando afirma que “la gepolítica se dividirá entre lo que ocurrió antes y después del cablegate”; y a Carne Ross, un diplomático británico que ha escrito que “la historia se fechará a partir de ahora como pre o post-wikileaks”.
Algunas cosas no podrán ya seguir igual. Para el estado, la clasificación de la información y la confianza adquirida en su carácter secreto se ha transformado abruptamente: no puede renunciar a la documentación, y la documentación separada de aquellos a quienes se ha encargado la aplicación de la política carece de valor; la palabra oral no sirve para las hinchadas burocracias centralizadas, especialmente en el vasto aparato de seguridad nacional estadounidense; la participación continuada en una guerra en la que se llevan a cabo atrocidades luego mantenidas en secreto conduce a aquellos con consciencia a filtrar la información. O EE.UU. deja de utilizar las embajadas como nidos de espías y hace que sus declaraciones públicas estén de acuerdo con sus acciones reales o se arriesga a que continúen las filtraciones y se produzca un daño irreparable en los recursos de su “poder blando”. El monopolio de la información por parte del estado ha quedado irreparablemente dañado.
La relación entre los estados y los medios de comunicación también se modificará dramáticamente. En la medida en que Wikileaks ha entrado en nuestras vidas cotidianas a través de una ventana que se dejó abierta, se ha perdido por completo la raison d’être de los reporteros incrustados en unidades militares y la obligación de los periodistas de ser extremadamente cautelosos sólo para conseguir su admisión en lo que no es sino un ejército financiado públicamente. Treinta años de un control crecientemente restrictivo sobre la información militar y diplomática y la intimidación de los medios corporativos ha alcanzado su clímax y ahora entramos en la fase de su declive. A partir de ahora o los medios de comunicación informan honesta y enteramente sobre todo lo que saben sobre lo que el estado está llevando a cabo en nombre de los ciudadanos o serán apartados de un manotazo como irrelevantes, como incompetentes o como algo peor: como extensiones privadas del estado. Del mismo modo, con el acceso directo a los documentos filtrados los periodistas no necesitan permanecer ya encadenados a relaciones de dependencia con el estado, que por su naturaleza equivalen prácticamente a un chantaje en toda regla. El periodismo crítico y de investigación de cualquier país ya no tiene ninguna razón para no existir. Los periodistas que fracasen a la hora de informar de lo que podría y debería avergonzar profundamente al estado ahora tendrán que dar explicaciones y disculparse por sus errores. La campaña de EE.UU. contra Wikileaks blandiendo la ley de espionaje de 1917 o alguna variante tendrá inevitablemente que ser aplicada a los medios de comunicación mayoritarios, teniendo en cuenta que Wikileaks ha actuado como parte de un consorcio con conocidos medios de comunicación, ninguno de los cuales filtró los documentos (fue alguien desde dentro del sistema de seguridad nacional estadounidense quien lo hizo), y todo ellos están igualmente publicando los documentos. Rechazar el periodismo de Wikileaks como lo ha hecho el portavoz del Departamento de estado, simplemente sobre la base de que Assange es un agente político con una agenda política y que tiene un punto de vista político no resuelve el problema, sino todo lo contrario: lo mismo puede decirse y ha sido dicho, con una enorme abundancia de pruebas, de todo lo que procede desde Fox News hasta la BBC y Al Jazeera. Quizás el Departamento de estado no reconozca como “medios de noticias” nada que no sea en última instancia poseído por un contratista de defensa y un fabricante de armas, como son el caso de la NBC, CBS y Le Figaro.
La economía política de Internet, terreno de juego en todo momento para la lucha, se está acercando al límite donde la propiedad privada y la censura estatal son cuestionadas por completo. China e Irán son exhibidas como ejemplo, pero ver a las gentes del Departamento de estado pregonando sobre la “libertad de Internet” y “la sociedad civil 2.0″ no los expone sino como cínicos y como herramientas de manipulación geopolíticas confirmadas: y ello para cualquiera que lo esté viendo, no sólo para un grupo selecto de críticos. Todos nosotros hemos visto algo más que las filtraciones. Hemos visto una batería de corporaciones privadas actuando como armas del estado, imponiendo sus interpretaciones ilegales de lo que es legal y siguiendo al estado en la aplicación de duras medidas extralegales. Hay ciertamente un choque de los horizontes de lo que es posible y aceptable. La lucha por un Internet popular ha entrado en una nueva fase. Es un escenario completamente nuevo. Es como si estuviéramos usando una nueva red.
Ha habido confrontación, conflicto y un desafío abierto. Aquellos que son reacios a hablar en términos de “revolución” pueden hablar de Wikileaks al menos como “rebelión”. Tanto Julian Assange como los partidarios de Wikileaks están siendo clasificados de “terroristas” por prominentes portavoces y políticos de derechas. Incluso las voces más “moderadas” nos han llamado criminales. Hay llamadas abiertas al asesinato. Nosotros somos sus insurgentes. Por muchos intereses diferentes e incluso opuestos, todo esto se pondrá aún más feo: prepárense para lo peor.
Como rebelión, algunas realidades se hacen visibles de golpe, realidades que muchos de nosotros sabíamos que existían, pero que otros rechazaban ver. La verdadera “guerra contra el terrorismo” es de hecho un programa de contrainsurgencia mundial dirigido contra todos nosotros, no sólo contra diez tíos metidos en alguna cueva. Vivimos en un régimen de ocupación mundial, en el que la guerra psicológica, las violaciones de los derechos humanos y los poderes cada vez más dictatoriales del estado están dirigidos contra los ciudadanos y no sólo contra “enemigos combatientes” extranjeros. Esto es lo que Wikileaks ha revelado, y ésta es una revelación verdaderamente revolucionaria porque ya no podemos volver de ningún modo al mismo tipo de relaciones dependientes y sumisas con el estado. Mucha gente que apoya Wikileaks, ha recibido por primera vez en su vida amenazas de muerte, y de sus conciudadanos, expresadas con una rabia y un odio anteriormente reservado solamente para los yihadistas (o eso creían algunos). La verdadera guerra estuvo siempre tanto en nuestro territorio como fuera de él, sino más.
Si por revolución algunos esperaban la caída de todo un sistema político y económico, el derrocamiento de gobiernos y la creación de un nuevo orden socialista, entonces es probable que rechacen la idea de que Wikileaks es una revolución. Pero por otra parte, vivimos en un período de incertidumbre en el que muchos resultados no pueden aún siquiera entreverse y Wikileaks puede demostrarse como un catalizador crítico en la reconfiguración de nuestra comprensión de la política mundial, que no no se define por una lucha existencial contra algún Otro, sino que es un combate contra nosotros efectuado por estados que temen a sus propios ciudadanos más que a ninguna otra cosa en el mundo. Wikileaks puede entenderse ciertamente como una revolución, pero en términos mucho más cercanos, relacionados con la política y la economía de la información y de la comunicación, las relaciones de los ciudadanos con el estado y las relaciones entre estados y las aspiraciones democráticas. Que no es poco.
Maximilian Forte es profesor de antropología en la Universidad de Concordia (Montreal, Canadá) donde imparte cursos de antropología política, activismo político e Internet y nuevo imperialismo. También es columnista de Al Jazeera (árabe) y escribe regularmente en Zero Anthropology (http://zeroanthropology.net).

Crea la CIA una ‘fuerza de tarea’ sobre Wikileaks

22 Diciembre 2010 Cubadebate
CIA, Agencia Central de Inteligencia. EEUU
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) lanzó un grupo especial, una “fuerza de tarea”, para evaluar el impacto sobre la seguridad nacional de miles de cables diplomáticos filtrados por Wikileaks, informó The Washington Post.
El diario, que citó a fuentes oficiales anónimas, señaló que la CIA lleva a cabo un inventario exhaustivo de la información clasificada que actualmente se distribuye en decenas de redes que conectan a los agentes de la CIA alrededor del mundo.
“Uno de los temas es si ha sido dañada la capacidad de la CIA de reclutar informantes a raíz de una disminución de la confianza en el gobierno estadunidense de mantener secretos”, señaló el Post.
Pero el foco central de la CIA es examinar si las más recientes filtraciones de documentos confidenciales afectan las relaciones de la agencia con el exterior.
Wikileaks inició la divulgación gradual al público de unos 251 mil cables diplomáticos, algunos de los cuales eran secretos. Antes los había puesto a disposición de un puñado de medios impresos europeos, aunque también han estado en poder de The New York Times.
El Post hizo notar que, para algunos veteranos de la CIA, las filtraciones reivindicaron la posición de la agencia sobre los riesgos de compartir secretos con otras agencias del gobierno.
La CIA había sido criticada después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 por su aversión a compartir información dentro del gobierno, en lo que fue identificada como una de las causas por las cuales los ataques no pudieron ser prevenidos.
(Con información de Notimex)

Sigue la censura de EEUU: Apple remueve aplicación de Wikileaks para iPhones y iPads

22 Diciembre 2010 Cubadebate
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San Francisco. Apple retiró una aplicación de Wikileaks para iPhones y iPads, argumentando que la misma violaba sus líneas de desarrollo, informó hoy la empresa.
“Apple debe cumplir con todas las leyes locales y no puede poner en riesgo a ningún individuo o grupo de usuarios”, dijo Trudy Muller, portavoz de la empresa.
Con esta medida, Apple se ubicó en el grupo de las grandes empresas estadunidenses que han cortado lazos o servicios con el controvertido sitio de difusión de documentos secretos del gobierno en Washington.
La aplicación, que costaba 1.99 dólares, había sido inicialmente lanzada el viernes y permitía a los usuarios de iPhones y iPads acceder a Wikileaks con un solo click, en lugar de usar el navegador para ingresar al sitio.
Esta aplicación no tiene lazos oficiales con Wikileaks pero su creador se había comprometido a donar los ingresos al sitio fundado por Julian Assange.
(Con información de DPA)

Soldado de EEUU que asesinó a familia iraquí creía que sus víctimas no eran seres humanos

22 Diciembre 2010 Cubadebate
Iraq Rape Slaying
Un veterano de la guerra de Iraq que purga cinco cadenas perpetuas por la violación y muerte de una niña iraquí de 14 años y el homicidio de los padres y una hermana de la víctima, llegó a creer que los civiles iraquíes no eran humanos después de ser expuesto a violencia extrema en zonas de combate.
Steven Dale Green, ex soldado de la 101 División Aerotransportada, relató a The Associated Press su visión de los hechos en su primera entrevista con medios de comunicación desde los homicidios cometidos en el 2006.
Afirmó que sus delitos fueron propiciados en parte por las experiencias que tuvo en el “Triángulo de la Muerte”, una zona particularmente violenta de Iraq donde dos de sus sargentos fueron muertos a tiros. También citó una falta de liderazgo y asistencia del Ejército.
“Yo estaba loco”, expresó Green en la entrevista exclusiva, por teléfono, desde la prisión federal en la ciudad de Tucson en el estado de Arizona. Siempre lo tenía presente. No creía que fuera a vivir”.
En la entrevista luego de intercambiar correspondencia con The Associated Press durante los últimos 15 meses, Green abordó las circunstancias que llevaron al ataque del 12 de marzo del 2006 contra una familia cerca de la ciudad iraquí de Mamudiya, por el que ahora cumple cinco períodos consecutivos de cárcel de por vida.
El ex soldado, que se disculpó por sus delitos durante la sentencia, dijo que no tenía la intención de recibir compasión ni de justificar sus actos. Durante el proceso en el 2009, los fiscales describieron el caso como uno de los peores delitos en la guerra de Iraq.
Pero Green afirmó que la gente debe saber que sus actos fueron consecuencia de las circunstancias que atravesó en la zona de guerra.
“Si yo nunca hubiera estado en Iraq, no habría estado en el tipo de problema que ahora estoy”, dijo.
Green fue dado de baja por “problemas de personalidad” antes de ser encausado. Los fiscales solicitaron la pena de muerte, pero un jurado federal asentado en la ciudad de Paducah, en el estado de Kentucky, emitió en cambio las cinco cadenas perpetuas por los cargos que incluyen la violación y homicidio de Abeer Qassim Al-Janabi, de 14 años, y los homicidios a tiros de su madre, su padre y una hermana menor.
Otros cuatro soldados fueron encontrados culpables en una corte marcial de participar de algún modo en el ataque. Tres permanecen recluidos en una prisión militar.
Green está impugnando la Ley Militar de Jurisdicción Extraterritorial, la cual le permite al gobierno federal acusar a un estadounidense en una corte civil por presuntos delitos cometidos en el extranjero. Fue el primer ex soldado hallado culpable con esa legislación. Una corte de apelaciones escuchará argumentos el 21 de enero.
Green cuestiona la constitucionalidad de esa ley al afirmar que le confiere al poder ejecutivo demasiada libertad de acción sobre el procesado. Los fiscales responden que la legislación debe cumplirse.
“Tengo cierta esperanza, pero no me hago ilusiones”, aclaró Green, ahora de 25 años. Espero que eso funcione. Pero, siempre que te dan varias cadenas perpetuas, no piensan en dejarte ir”.
Green no testificó en el juicio. Durante la sentencia, ofreció disculpas y dijo que espera enfrentar “la justicia divina” cuando muera.
Al abandonar los estudios de secundaria en la ciudad texana de Midland a los 19 años, Green ingresó al Ejército luego de obtener en una escuela por correspondencia un diploma equivalente a la secundaria. Recordó que la incorporación fue fácil, por el sentido del deber de defender a su país y por las oportunidades que le ofrecía.
“Creí que estaría renunciando a mi deber si no lo hacía”, dijo Green. Tienes una carrera, tienes un empleo. Te da la oportunidad de hacer algo con tu vida”.
Las autoridades militares asignaron a Green a la 101 División Aerotransportada en Fort Campbell. Al llegar a Iraq, indicó Green, el entrenamiento que recibió para matar, la violencia generalizada y las palabras despectivas de otros soldados obraron para quitarle el carácter humano a la población civil de ese país.
Un punto de quiebre ocurrió el 10 de diciembre del 2005, cuando un iraquí que había tenido un comportamiento amistoso se acercó a un retén de vehículos y abrió fuego. Los disparos causaron la muerte instantánea del sargento Travis L. Nelson, de 41 años. El sargento Kenith Casica, de 32, fue herido en la garganta. Casica, quien era muy querido por sus compañeros, murió cuando los soldados lo llevaban en un vehículo Humvee a un hospital de campo.
Green dijo que “esas muertes lo pusieron muy mal”. Cuando mencionó a Casica y Nelson fue la única ocasión en la entrevista en que se le fue la voz a Green, quien parecía sofocarse y no podía seguir adelante.
En los cuatro meses siguientes al ataque Green buscó ayuda de un consejero sobre estrés militar y recibió dosis pequeñas de un fármaco para regular la conducta, y la orden de dormir un poco antes de regresar al retén en el sur de Bagdad.
En la entrevista, Green señaló que prevalecían el alcohol y las drogas en el retén. Green dijo que los soldados en ese lugar se sentían con frecuencia abandonados por el Ejército, además de que recibieron poco apoyo después de las muertes de Casica y Nelson.
El soldado James P. Barker testificó que le planteó al sargento Paul E. Cortez la idea de ir a la casa de la familia de al-Janabi. Cortez estaba a cargo del retén. Green, que expresaba frecuentemente el deseo de matar iraquíes, fue llevado con ellos.
Cortez testificó que Barker y Green tenían la idea de mantener relaciones sexuales con la niña y que no habían previsto matar a la familia.
Green dijo a la AP que en ese entonces tenía “el estado de ánimo alterado” y que no pensaba más de 10 minutos en el futuro”, pues no me importaba”.
Desde la sentencia dictada el 4 de septiembre del 2009, Green fue atacado en la prisión federal de Terre Haute, Indiana, y luego transferido a Arizona. En la cárcel, se convirtió al catolicismo y tiene correspondencia sobre su religión con una monja de Louisville.
Describió como “una existencia solitaria” la vida en prisión, donde otros internos consideran como lo peor a los implicados en delitos sexuales. Green dijo que esa situación vuelve riesgosa” su vida entre la población general de los reos.
(Con información de AP)
Wikileaks: Washington intentó fomentar "revolución de colores" en Cuba, Venezuela
Desde hace varios años, el gobierno de Estados Unidos y sus agencias financieras han intentado captar y formar jóvenes en Cuba y Venezuela para provocar un "cambio de régimen" utilizando la misma estrategia que logró derrocar a Slodoban Milosevic en Yugoslavia
Eva Golinger | Para Kaos en la Red | Hoy a las 21:32 | 
Desde hace varios años, el gobierno de Estados Unidos y sus agencias financieras han intentado captar y formar jóvenes en Cuba y Venezuela para provocar un "cambio de régimen" utilizando la misma estrategia que logró derrocar a Slodoban Milosevic en Yugoslavia
Un cable confidencial redactado por la Sección de Interéses de Estados Unidos en La Habana, Cuba (Nota: EEUU no tiene embajada en Cuba, su misión diplomática se llama "Sección de Interéses"), y divulgado por Wikileaks, revela que en noviembre 2006, la misión estadounidense organizó una reunión con "jóvenes opositores" de toda Cuba para mostrarles un documental sobre el derrocamiento de Slodoban Milosevic en Yugoslavia (ahora Serbia) con la intención de facilitar un movimiento similar contra el gobierno cubano.
El documental, "Derrocando a un Dictador", fue realizada por una productora estadounidense estrechamente vinculada con el Pentágono, la CIA y el Departamento de Estado. La obra se trata de como un grupo de jóvenes financiados y entrenados por las agencias de Washington y otros organismos internacionales, como el Instituto Sociedad Abierta del billonario húngaro George Soros, lograron derrotar al entonces jefe de estado de Yugoslavia a través de una estrategia de "golpe suave". Los jóvenes fueron agrupados en una organización llamada "OTPOR" (Resistencia) que, siguiendo los lineamientos e instrucciones de varias agencias e institutos estadounidenses, como el Instituto Albert Einstein de Gene Sharp, el Centro Internacional para el Conflicto No Violento (ICNC) de Peter Ackerman y Jack Duvall, Freedom House, la USAID, la NED y el Instituto Republicano Internacional, ejecutaron una serie de acciones y mobilizaciones de calle para promover un estado de desestabilización permanente y provocar la "represión" del estado.
Según la estrategia del golpe suave, que también se ha llamado "una revolución de colores", los jóvenes, bajo la bandera de la "no violencia" y empleando logo-tipos y tácticas de marketing que atraen a la juventud, fomentan pequeños disturbios en la calle para crear un ámbito permanente de inestabilidad y caos. Luego, atrayendo a la atención de los medios internacionales, los jóvenes guiados por las agencias de Washington, provocan la represión del estado (a través de actos violentos o ilegales), que luego es proyectada a través de la prensa como una violación de los derechos humanos y utilizada para justificar cualquier acción contra el gobierno.
La estrategia del golpe suave tuvo éxito en Yugoslavia (Serbia) contra Milosevic en 2000, y luego fue utilizado en Georgia (Revolución de las Rosas 2003), Ucrania (Revolución Naranja 2004) y Kyrgyzstan (Revolución de los Tulipanes 2005) para debilitar al poder de los gobiernos socialistas o aliados de Rusia en esos países. Aunque la estrategia del golpe suave fue exitosa en su momento en todos estos casos, con la excepción de Serbia, se ha revertido durante los últimos años. En Ucrania, por ejemplo, el mismo presidente que fue derrocado con esta estrategia en 2004, Viktor Yanukovych, ganó la presidencia de nuevo en 2010 luego de que la "Revolución Naranja" fue desenmascarada como una táctica de Washington para instalar un gobierno títere en ese país.
VENEZUELA
En 2003, representantes del Instituto Albert Einstein, que es el organismo creador de la estrategia del "golpe suave", dirigieron un taller de casi dos semanas en Venezuela para sectores de la oposición contra el Presidente Chávez. Su propósito era ayudar a los grupos anti-chavistas sacar al Presidente de Venezuela del poder. Semanas después de esta visita, que contó con la presencia del Colonel Robert Helvey, experto en "cambio de régimen" y mano derecha del "guru ideológico" Gene Sharp, los sectores de la oposición en Venezuela iniciaron acciones de calle que provocaban disturbios y desestabilización en la capital Caracas, con la intención de forzar al Presidente Chávez del poder. Llamadas las "guarimbas", los sectores opositores quemaron cauchos y basura por toda la ciudad, tiraban piedras y bombas molotov a las fuerzas de seguridad, y buscaban cualquier manera de fomentar la violencia y provocar un estado de represión en el país para luego justificar la intervención internacional para sacar al gobierno del poder.
Al no lograr su objetivo en aquel momento, durante los años 2005 al 2007, las agencias de Washington seleccionaron a un grupo de jóvenes venezolanos para viajar a Belgrado, Washington y Boston para recibir varios talleres de formación y capacitación directamente de los antiguos fundadores de OTPOR en Serbia, y también del Instituto Albert Einsten y el Centro Internacional para el Conflicto No-Violento. Al mismo tiempo, la USAID y la NED aumentaron su financiamiento a grupos de jóvenes en Venezuela, para facilitar la formación de sus organizaciones y movimientos contra el gobierno del Presidente Chávez.
El mismo documental que fue proyectado en La Habana por la misión estadounidense, "Derrocando a un Dictator", fue utilizado como pieza central en Venezuela para formar a los jóvenes opositores y guiarlos en sus esfuerzos para derrocar al gobierno venezolano.
La inversión financiera y estratégica de Washington logró lanzar el movimiento estudiantil "manos blancas" en Venezuela, lo cual desde 2007, ha ejecutado una serie de acciones contra el Presidente Chávez cada vez que se acerca a un proceso electoral o un momento importante en la política del país. Aunque no han logrado su objetivo, siguen recibiendo financiamiento multimillonario de las agencias internacionales para alimentar al conflicto en el país.
CUBA
El cable de la Sección de Interéses de EEUU en La Habana, redactado por el entonces jefe de la misión, Michael Parmly, confirma que la estrategia del golpe suave no solamente ha sido financiada y promovida por las agencias de Washington, sino que también son las propias embajadas y sedes diplomáticas de Estados Unidos que sirven como centros de planificación y conspiración para ejecutar estas acciones.
"Sesenta y tres jóvenes activistas pro-democracia de tres de los grupos de jóvenes opositores más influyentes de Cuba, se reunieron en La Habana el 24 de noviembre para un foro de referencia destinado a encontrar un terreno común. El evento, [fue] celebrado en el patio de la Residencia del Funcionario de Asuntos Políticos de la Misión de EEUU...Varios funcionarios de la Sección de Interéses de EEUU también estaban presentes".
"Después de breves palabras de bienvenida por el Funcionario Político de la Misión de EEUU, los tres grupos juveniles se dirigieron al público presente y luego...los participantes vieron un emotivo documental de 70 minutos sobre la caída del dictador yugoslavo Milosevic, que destacó el papel de los jóvenes del grupo OTPOR ("Resistencia") en precipitar el cambio, a través de reuniones, mobilizaciones y sarcasmo".
"Un valor clave del evento fue que se trataba de una actividad de base, generada por los cubanos. No habría ocurrido sin el apoyo de la Sección de Intereses de EEUU, que facilitó el lugar y los contactos...Estaremos trabajando igualmente con atención para fomentar acciones contrarias, sobre todo para mejorar e incrementar el trabajo de redes entre estudiantes universitarios que se oponen al régimen".
Hace apenás unos días, un venezolano auto-exiliado en Miami, Orlando Urdaneta, quien tuvo un papel clave en varios intentos de derrocar y asesinar al Presidente Hugo Chávez durante los últimos años, fue entrevistado en un canal de televisión en Estados Unidos. En la entrevista, Urdaneta declaró que "Hugo Chávez sale del poder con la estrategia de Gene Sharp", refiriéndose al golpe suave. Tanto como en el caso de Cuba, este plan de utilizar a los jóvenes para provocar un caos social y político que resulta en un "cambio de régimen" sigue en marcha.
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TRADUCCIÓN DEL DOCUMENTO - WIKILEAKS
DOCUMENTO: 06HAVANA23546
FUENTE: SECCIÓN DE INTERÉSES DE EEUU EN LA HABANA, CUBA
FECHA: NOVIEMBRE 2006
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CONFIDENCIAL SECCIÓN 01 DE 02 LA HABANA 023 546
SIPDIS
DEPARTAMENTO DE ESTADO AMS / CCA
E.O. 12958: Desclasificar: 11/27/2016
TAGS: KDEM Phum CU SOCI
ASUNTO: FORO HISTÓRICO REÚNE A LOS JÓVENES ACTIVISTAS CUBANOS
LA HABANA 00023546 001.3 de 002
Clasificado por: Jefe de la MIsión Michael Parmly por razón 1.4 (d).
1. (CLASIFICADO) Resumen: Un foro juvenil de la oposición sin precedentes reunió a jóvenes activistas cubanos a favor de la democracia con sus homólogos de Monterrey, México el 24 de noviembre en La Habana. El evento de tres horas de duración, celebrada en la Residencia del Jefe de Asuntos Políticos de la Misión de EEUU facilitó a los participantes involucrarse en el debate abierto después de ver una inspirador documental sobre la caída de Milosevic. Muchos de los participantes coincidieron en la necesidad de coordinar las actividades de los tres principales grupos de jóvenes de la oposición en el país. Reconocieron que son mucho más débiles que los grupos de jóvenes de Yugoslavia (especialmente Otpor) que se ven en el documental. Las autoridades cubanas impidieron por lo menos a 11 jóvenes activistas participar en el evento, pero no interrumpieron el evento ni lanzaron una ofensiva inmediata contra los participantes. Las medidas de represalia pueden ser duras. Fin de Resumen.
2. (CLASIFICADO) Sesenta y tres jóvenes activistas pro-democracia de tres de los grupos de jóvenes opositores más influyentes de Cuba, se reunieron en La Habana el 24 de noviembre para un foro de referencia destinado a encontrar un terreno común. El evento, celebrado en el patio de la Residencia del Funcionario de Asuntos Políticos de la Misión de EEUU, incluyó a los miembros XXXXXXXXXXXX. También estuvieron presentes los miembros jóvenes de otros grupos de Bayamo, Camagüey, Ciego de Ávila, La Habana, Pinar del Río, Matanzas, Santa Clara de Santiago, y Trinidad. Dos jóvenes activistas pro-democracia de Monterrey, México llevaron mensajes de apoyo. Varios funcionarios de la Sección de Interéses de EEUU también estaban presentes. Uno de los posibles participantes de Cuba fue detenido y la policía impidió por lo menos a otros diez de asistir (principalmente mediante la confiscación de sus documentos de identidad), pero el gobierno cubano no lanzó una ofensiva inmediata después del evento.
"RESISTENCIA"
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3. (CLASIFICADO) Después de breves palabras de bienvenida por el Funcionario Político de la Misión de EEUU, los tres grupos juveniles-se dirigieron al público presente y luego pasaron los micrófonos a los mexicanos, que hablaron apasionadamente sobre la "Solidaridad" y el triunfo inevitable de la democracia en Cuba. Luego, los participantes vieron un emotivo documental de 70 minutos sobre la caída del dictador yugoslavo Milosevic, que destacó el papel de los jóvenes del grupo OTPOR ("Resistencia") en precipitar el cambio, a través de reuniones, mobilizaciones y sarcasmo. Entre las escenas que más tuvieron eco en los participantes cubanos fueron aquellos en los que el régimen clasifica a los activistas de OTPOR como "terroristas". (Nota: Prácticamente todos los espectadores han sido calificados de "mercenarios", "terroristas" o "traidores". Nota Final.) Por otra parte, estaba claro para los cubanos que OTPOR había más espacio para maniobrar en Yugoslavia y que los grupos cubanos están muy por detrás en términos de influencia y capacidad organizativa.
CONTINUA EL ACOSO
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4. (CLASIFICADO) Durante los siguientes 90 minutos, los participantes se involucraron en un debate abierto. Los temas incluyeron al acoso intenso y contínuo contra los activistas, en particular los en el este de Cuba; las condiciones carcelarias y los horribles ataques de las guardias; un proyecto para presionar al gobierno cubano para permitir la reapertura de una universidad católica; y la situación problemática de los enfermos de VIH / SIDA, muchas de las cuales no pueden recibir los medicamentos que necesitan. Un tema común en el foro fue la necesidad de coordinar las actividades de los principales grupos jóvenes y trabajar en red con grupos universitarios de una manera que evite una ofensiva de la Seguridad del Estado.
FUERTE PRESENCIA DEL ESTADO DE SEGURIDAD
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5. (CLASIFICADO) La presencia de la Seguridad del Estado en todo la zona, en el distrito Miramar de La Habana, era pesado, y las patrullas de la policía pasaron por el sitio con frecuencia. Dos vanes de las telecomunicaciones cubanas, ETECSA, estaban estacionados al lado. Sin embargo, el gobierno cubano no hizo ningún esfuerzo obvio para interrumpir al evento, ya sea a través de los cortes de energía o bloqueando al acceso de la calle. (XXXXXXXXXXXX y XXXXXXXXXXXX nos dijieron el 25 de noviembre que no tenían conocimiento sobre si alguno de los participantes de sus grupos habían sido detenidos después del evento.) Sólo hubo un incidente de un posible provocador del gobierno cubano que participó en el evento. Un periodista "independiente" sin invitación que se presentó y logró entrar después de pedir a uno de los líderes jóvenes del grupo dejarlo pasar, rechazó los mensajes de los mexicanos y del documental, diciendo que "los problemas de México y Yugoslavia no son los los problemas de Cuba".
MANTA DE PRISIONEROS DESTACADA
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6. (CLASIFICADO) Una pieza central del foro fue la muestra de la manta de los "presos de conciencia", una obra con paneles de honor
a los 75 activistas pacíficas y pro-democráticas que trabajan en favor de la democracia y los derechos humanos que se encuentran encarcelados desde la represión durante la "Primavera Negra" en 2003. (Sesenta de los 75 siguen tras las rejas.) Los nombres de los activistas encarcelados están cosidos sobre la manta, que fue creada en Boston por miembros del grupo Bandera Cubana (Cuban Flag). El La manta llamó la atención y generó un interés considerable.
COMENTARIO
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7. (CLASIFICADO) Que los 63 jóvenes "opositores" viajan a larga distancia, a expensas propias y sin importar la seguridad o si serían encarcelados posteriormente, muestra el hambre entre algunos jóvenes cubanos no sólo para el cambio, pero para la acción para asegurar que el cambio suceda. Aunque fue muy importante y provocó bastante reflexión el documental y el debate, el verdadero éxito del evento del 24 de noviembre radica en la red que se formó al margen, con pequeños grupos de jóvenes con ideas afines reuniéndose por primera vez. El evento también fue un paso adelante del largo camino hacia la construcción de puentes entre la XXXXXXXXXXXX, y XXXXXXXXXXXX, que han sufrido por años de la desconfianza mutua y la mala sangre, en parte por conflictos de personalidades.   Por una noche, al menos, los líderes de estos grupos se centraron sobre sus objetivos comunes.
8. (CLASIFICADO) Un valor clave del evento fue que se trataba de una actividad de base, generada por los cubanos. No habría ocurrido sin el apoyo de la Sección de Intereses de EEUU, que facilitó el lugar y los contactos. Es un contrapunto pequeño pero importante al cuento del régimen que desde el 31 de julio, todos los cubanos han estado tranquilos y han aceptados la "proclama" de Fidel. Anticipamos que el Gobierno de Cuba tomaría represalias con dureza, tanto contra los jóvenes disidentes y en contra de la Sección de Intereses de EEUU, que ayudó a patrocinar el evento a petición de los jóvenes. El régimen probablemente usaría los medios de comunicación del estado y las organizaciones comunistas de masas para calificar a los líderes de los jóvenes como agentes del Gobierno de EEUU, y para movilizar a militantes y matones de la Seguridad del Estado para castigarlos con "actos de repudio", citaciones, detenciones breves, y posiblemente expulsiones de los lugares de trabajo y universidades. Estaremos trabajando igualmente con atención para fomentar acciones contrarias, sobre todo para mejorar e incrementar el trabajo de redes entre estudiantes universitarios que se oponen al régimen.
PARMLY
 

Los papeles del Departamento de Estado

Piratería en España

El Gobierno pidió a EE UU que presionase al PP, CiU y PNV

Ángeles González-Sinde solicitó a la embajada que mediara ante Génova para allanar el trámite parlamentario.- A Miguel Sebastián reclamó que "parasen" a Esperanza Aguirre por alinearse con activistas contrarios a la ley

ANTONIO FRAGUAS - El Pais - Madrid - 20/12/2010 
El Gobierno español solicitó a los representantes de Estados Unidos en Madrid su ayuda para suavizar las posiciones del PP , PNV y CiU ante la llamada ley antidescargas y hacer más fácil su trámite parlamentario. Un proceso legislativo que hoy, previsiblemente, dará un paso decisivo en el Congreso de los Diputados. Los cables diplomáticos analizados por EL PAÍS describen las reuniones mantenidas en la legación diplomática durante los dos últimos años por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y altos cargos del Gobierno socialista; especialmente el ex secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francisco Ros.
La Embajada de EE UU: "Nos interesa apoyar los esfuerzos de la ministra"
La aprobación definitiva de la polémica ley antidescargas contenida en el articulado de la Ley de Economía Sostenible, aparece a la luz de los cables como la materialización de una sintonía de intereses entre el Gobierno de España y Estados Unidos (y de la industria cultural), planteada desde 2004 y desarrollada en un meticuloso plan, tal y como ya avanzó EL PAÍS el pasado día 3.
A medida que los telegramas diplomáticos se aproximan al presente, los contactos y la relación entre los altos cargos españoles y estadounidenses se hacen más fluidos. También parece mucho más profundo el conocimiento de la Embajada de EE UU acerca de la realidad del uso de Internet en España y de los resortes que la lucha contra la llamada piratería mueven tanto en la ciudadanía como en los partidos políticos.
En 2008 la labor de información que el Gobierno socialista realiza en la legación estadounidense es intensa y de los cables se deduce que Washington ya intenta supervisar los pasos que da España. El entonces secretario de Estado Francisco Ros trata de apaciguar al entonces número dos de la embajada, Hugo Llorens, ante la insuficiencia de los avances en la lucha contra la llamada piratería. "Advirtió de que los sistemas legales de EE UU y España no son compatibles y que podría ser imposible dar los pasos exactos que el Gobierno de EE UU quiere". La figura de Ros reaparecerá en el futuro, pero pronto los encuentros alcanzan también el nivel ministerial.
Asesoramiento de Washington
En la primera reunión que, como ministra, mantuvo en junio de 2009 González-Sinde con el número dos de la Embajada de EE UU, Arnold A. Chacón (cable 213345), se sientan las bases para que expertos seleccionados por Washington asesoren "con visitas o por videoconferencia" a altos cargos de Cultura. En esa reunión González-Sinde describe la situación que viven los principales actores implicados en la lucha contra las descargas sin autorización: "Dijo que sería ideal si los proveedores de contenidos y las ISPs [empresas que brindan conexión a Internet a sus clientes] pudieran alcanzar acuerdos sobre medidas para luchar contra la piratería tal y como ha ocurrido en EE UU, pero que las ISPs, con Telefónica a la cabeza, no parecían desearlo". En este mismo cable el representante de EE UU admite: "Nos interesa apoyar sus esfuerzos".
En enero de este año es el ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien pasa por la embajada. Allí expresa, según los telegramas, dos opiniones que muestran los intentos de los miembros del Ejecutivo por explicarse ante EE UU y por conseguir su ayuda. El ministro trata de fundamentar en primer lugar por qué en España los usuarios de Internet se descargan más contenidos no autorizados que en otros países: "(...) Sebastián dijo que muchos españoles piensan que el 'canon digital' (...) les da derecho a descargarse todo lo que quieran". Además, Sebastián pide al embajador que influya en la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, e intente "que pare" de reunirse con internautas. "[Sebastián] Estaba particularmente preocupado porque el Gobierno regional de Madrid había estado organizando reuniones con internautas. (...) Dijo que sería de mucha ayuda que el embajador pudiera animar a la presidenta regional [Esperanza Aguirre] a que parase. El embajador aceptó sacar el tema cuando se encuentre con la presidenta regional".
Pero quizá el telegrama que mejor resume la sorprendente, por meticulosa y profunda, implicación de EE UU en la lucha contra las descargas no autorizadas en España es el número 248887. En él se repasan con mucho detalle los encuentros , en febrero de 2010, del número dos de la oficina de Comercio de EE UU, Christopher Wilson, con representantes de la industria cultural (la Coalición de Creadores), el Gobierno y el PP.
Tres meses antes, influyentes internautas habían protagonizado una protesta en la Red contra la ley antidescargas y el PP se había alineado junto a ellos, presentándose como el partido que comprendía las aspiraciones de los jóvenes. El secretario de Comunicación del PP, Esteban González-Pons, acusó a Cultura de "tirar por la ventana la protección de las garantías de los derechos civiles" y aseveró que la ley equivalía a "quemar libros para evitar la circulación del pensamiento".
Deriva del PP
Esta deriva del PP preocupa no solo a Estados Unidos y al Ejecutivo de Zapatero. Ante la reticencia del PP, también piden ayuda los representantes de la industria cultural que, según los telegramas, apelan a razones ideológicas para tratar de convencer a la bancada popular: "Los dueños de los derechos [la Coalición Creadores] están preocupados porque el PP puede tumbar o entorpecer la legislación [la ley antidescargas] por ganancia política", afirma el cable, y añade: "Miembros de la Coalición urgieron a Wilson y a la embajada a que recordaran a los diputados del PP su interés ideológico en la protección de la propiedad privada y su fuerte vínculo con Estados Unidos".
Además, el presidente de la Coalición, Aldo Olcese, explicó, según los cables, que habían encontrado "el 'modelo español' para combatir la piratería (...) Las industrias culturales, dijo, no quieren convertir en enemigos a millones de internautas amenazándolos con castigos".
En la 'lista negra'
Por otro lado, se pone de manifiesto que la propia industria cultural española hace presión para que España aparezca en la lista negra de EE UU de países donde la llamada piratería no se persigue según los deseos de Washington. "[El presidente de Promusicae, Antonio] Guisasola confirmó que la industria musical españolaapoya la inclusión de España en la lista negra [sobre piratería, de la oficina de Comercio de EE UU].
En esa misma ronda de contactos, Wilson se reúne con el ex secretario de Estado Francisco Ros y con el director general de Política Cultural, Guillermo Corral. Ambos le piden explícitamente que medie ante el PP. "Ros y el director general Corral (...) pidieron ayuda al Gobierno de EE UU no solo con el PP, sino también con dos partidos más pequeños cuyos votos podrían afectar al resultado".
Corral además se extiende en la labor de aggiornamento del alto cargo estadounidense respecto a la realidad española: "Corral recuerda que los jueces en España han declinado sancionar a los dueños o gestores de tales páginas debido a la falta de un ánimo de lucro claramente definido tal y como requiere el Código Penal (...) pero cree que, si un cuerpo administrativo ordenase su bloqueo, los jueces probablemente lo autorizasen".
En esa ronda de contactos, Wilson se cita con el secretario de Economía del PP, Álvaro Nadal, quien, siempre según los cables, se muestra de acuerdo con el fondo de la ley. Nadal dijo que el PP no está lejos [de las posiciones] del Gobierno en las medidas contra el cierre de páginas web recogidas en el borrador de la Ley de Economía Sostenible. El PP apoya una fuerte protección de la propiedad intelectual y está de acuerdo en que se debe hacer algo sobre las webs piratas (...) pero quiere un proceso 100% judicial (...). La objeción del PP es puramente legal y esta es la única área de desacuerdo con la propuesta".

¿De qué tratan los cables de la propiedad intelectual?

Entre los telegramas filtrados por Wikileaks figuran 124 referentes a las comunicaciones de la Embajada de EE UU en Madrid bajo las etiquetas KIPR (Intellectual Property Rights, Derechos de Propiedad Intelectual) y SP por España. Los informes abarcan el periodo entre febrero de 2004 y febrero de 2010. Eso no significa que los 124 documentos contengan alguna mención o relación directa o indirecta con la Ley Antidescargas , disposición final segunda.
Las siglas KIPR y el filtro geolocalizador SP (España) devuelven en la base de datos unos resultados muy variados en cuanto a tipo de información. Bajo el identificador KIPR se agrupan asuntos tan diversos como la gestión de patentes, cuestiones relacionadas con las marcas, asuntos de intereses de empresas farmacológicas, banca... Por ejemplo, uno de estos telegramas destaca la presencia de marca "Jamón Ibérico" en Estados Unidos y China, a la vez que comenta un tema de Propiedad Intelectual dedicado a la industria farmacéutica.
ADRIÁN SEGOVIA
Los rusos lo hicieron mejor… ¿Por qué perdieron?
EE.UU. ya lleva en Afganistán más tiempo que los soviéticos


Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Carty R.
Las fuerzas estadounidenses han estado más tiempo en Afganistán que el ejército soviético durante la desventurada intervención de Moscú. A finales del mes pasado, los militares de EE.UU. sobrepasaron los nueve años y 50 días que las tropas soviéticas estuvieron estacionadas en Afganistán entre 1979 y 1989. El evento provocó preguntas sobre similitudes entre las experiencias estadounidenses y soviéticas en Afganistán, pero los expertos en política exterior de EE.UU. rechazaron irritados la idea de que pudiera haber alguna comparación entre los dos casos.
Se podría esperar que la presencia de dos poderosos ejércitos extranjeros en el mismo país a doce años uno del otro, ambos combatiendo contra una insurgencia dirigida por fundamentalistas islámicos, produjera algunos puntos en común. Pero los miembros de la coalición dirigida por EE.UU., la ONU, y los medios occidentales, se han esforzado por diferenciar los dos episodios. Califican firmemente el primer período de “ocupación soviética”, mientras la presencia de 130.000 soldados estadounidenses y de la coalición para contener a los talibanes es una misión de “mantenimiento de la paz” o de “estabilización”. Por coincidencia, la Unión Soviética tuvo casi la misma cantidad de soldados en Afganistán a mediados de los años ochenta.
A primera vista la distinción entre las dos intervenciones parece razonable. La primera comenzó repentinamente el 27 de diciembre de 1979 cuando 80.000 soldados soviéticos cruzaron la frontera y soldados soviéticos y afganos irrumpieron en el palacio presidencial en Kabul para matar al presidente comunista Hafizullah Amin. La intervención estadounidense comenzó de manera menos visible el 7 de octubre de 2001 cuando ataques aéreos y Fuerzas Especiales de EE.UU. respaldaron a la opositora Alianza del Norte a fin de iniciar una campaña para expulsar del poder a los talibanes.
“Cuando llegaron los soviéticos todos querían combatir contra ellos”, admite el general Nur-al-Haq Ulumi, un poderoso dirigente bajo el régimen comunista, ex comandante militar para todo el sur de Afganistán. Agrega que, en total contraste, “cuando llegaron los estadounidenses en 2001, todos los apoyaron y nadie quería combatir contra ellos”.
La popularidad de los estadounidenses y de sus aliados extranjeros no ha durado. Los afganos cada vez los culpan más de la continua violencia y de patrocinar y proteger a un gobierno profundamente impopular. Mientras EE.UU., Gran Bretaña y casi 50 otros Estados inician su décimo año de acción militar en Afganistán, los dilemas que enfrentan se parecen a los problemas contra los cuales combatió ejército soviético hace un cuarto de siglo.
Tanto la Unión Soviética como EE.UU. mostraron su incapacidad de romper un impasse militar en el cual ocuparon las ciudades y pueblos, pero no pudieron aplastar una rebelión islámica y nacionalista en el campo donde todavía viven tres cuartos de los afganos. La geografía no ha cambiado. Hoy, como en los años ochenta, no se puede derrotar a los guerrilleros de forma concluyente mientras puedan moverse en ambas direcciones a través de la frontera de 2.500 kilómetros con Pakistán y gocen del apoyo (abierto en el caso de los soviéticos; oculto en el caso de los estadounidenses) del ejército paquistaní.
Tanto Moscú como Washington llevaron tropas, dinero, armas y consejeros para crear un Estado afgano que pudiera ser autosuficiente. Los soviéticos tuvieron más éxito que los estadounidenses, porque el régimen comunista sobrevivió tres años después de la partida de los últimos soldados soviéticos el 16 de febrero de 1989. Poca gente cree que el gobierno del presidente afgano Hamid Karzai pueda existir tanto tiempo una vez que sea abandonado por las fuerzas extranjeras.
Es importante no hacer una analogía demasiado estrecha entre las acciones e intenciones soviéticas y estadounidenses en dos eras diferentes. Las ambiciones militares soviéticas eran más limitadas que las de EE.UU. Su prioridad era conservar 25 ciudades, incluida Kabul y las principales carreteras que las vinculan. En gran parte abandonaron el campo a los muyahidines, como eran conocidos los combatientes de la resistencia, aunque sus ataques y bombardeos de aldeas hicieron que cuatro millones de afganos se fueran a Pakistán. Incluso los generales soviéticos más belicistas comprendieron que no podrían vencer sin cerrar la frontera paquistaní, una tarea gigantesca para la que nunca tuvieron suficientes soldados.
Los objetivos de EE.UU. en la guerra van mucho más lejos. El comandante estadounidense, el general David Petraeus, trata de infligir este año una derrota militar significativa a los talibanes en sus bastiones meridionales en las provincias Helmand y Kandahar. Se transmiten profusas insinuaciones a los gobiernos y medios extranjeros de que la situación está cambiando. Los refuerzos de 30.000 soldados estadounidenses, que aumentaron la cantidad de tropas estadounidenses a 100.000, están atacando áreas de base talibanes mientras Fuerzas Especiales de EE.UU. afirman que han tenido éxito al matar a comandantes talibanes de nivel medio.
Esos progresos tácticos tienen una cierta importancia, pero tal vez menos en el campo de batalla que como parte de un esfuerzo de propaganda de las fuerzas armadas de EE.UU. para persuadir a un público estadounidense dudoso, y a aliados extranjeros aún más escépticos, de que se puede ganar la guerra. Es posible que estos aparentes éxitos de contrainsurgencia no signifiquen gran cosa, dicen los observadores experimentados. El Grupo Internacional de Crisis basado en Bruselas los ridiculiza en un informe recientemente publicado diciendo que “contrariamente a la retórica estadounidense sobre un cambio del impulso [contra los talibanes], docenas de distritos están bajo el control de los talibanes”.
El enfoque de los extraños al juzgar a vencedores y perdedores en Afganistán se concentra demasiado en lo militar. Los talibanes han podido expandir tan rápidamente su influencia en el país desde 2006 no sólo por sus hazañas militares y ferocidad, sino porque golpean un vacío. Combaten contra un gobierno afgano al que los afganos consideran desacreditado e ilegítimo.
No fue siempre lo mismo. La gran mayoría de los afganos estuvo muy contenta cuando los talibanes cayeron hace nueve años. Creyeron que había terminado un período de pesadilla en su historia. Las primeras elecciones para presidente y parlamento fueron más o menos limpias, pero desde entonces cada votación ha sido más deshonesta que la anterior. La reelección el año pasado del presidente Hamid Karzai, que al principio gozó del aprecio y la confianza de la gente, fue claramente fraudulenta. La elección parlamentaria de este año, cuyos resultados acaban de anunciarse, fue aún peor. El próximo parlamento será menos representativo que su predecesor. “Me interesó ver que las mujeres en un distrito controlado por los talibanes votaron todas contra mí”, dijo con una sonrisa cínica un candidato derrotado.
Cuesta encontrar a alguien en Kabul estos días que diga algo bueno sobre Karzai o su gobierno. A los ojos de los afganos, EE.UU., Gran Bretaña y otras fuerzas extranjeras mantienen en el poder a una elite política compuesta de mafiosos y señores de la guerra. La coalición está perdiendo la legitimidad que podía pretender cuando apoyaba a un gobierno democráticamente elegido, lo que hace que cada vez parezca mas una fuerza de ocupación.
La fuerza militar de los talibanes es limitada y son menos que los muyahidines que combatieron al gobierno comunista respaldado por los soviéticos en los años ochenta. “Hay entre 12.000 y 20.000 combatientes a tiempo completo en la actualidad, mientras que en los años ochenta hubo 75.000 muyahidines en Afganistán y otros 25.000 en campos de entrenamiento en Pakistán”, dice Said Mohammad Gulabzoy, ministro del Interior entre 1980 y 1989.
“Los talibanes son débiles pero el gobierno es aún más débil”, dice Daud Sultanzoi, hasta hace poco miembro del parlamento por Ghazni. “La impopularidad del gobierno es el oxígeno que permite que los talibanes respiren”. Karzai no tiene un núcleo de partidarios, pero está en el centro de una red de grupos con intereses propios cuyas necesidades trata de equilibrar. La desilusión es casi total. El hecho de que ahora se oiga frecuentemente a afganos que dicen que el último presidente comunista, Mohammad Najibullah, torturado y ahorcado por los talibanes en 1996, fue el mejor de sus líderes recientes da una idea de la atroz administración de Afganistán desde la caída de los comunistas en 1992.
¿Hay lecciones que aprender y errores que puedan evitarse si se comparan las acciones soviéticas y estadounidenses en Afganistán? ¿Por qué se han ignorado hasta ahora?
Comparación de las intervenciones de la URSS y de EE.UU.
Casi cada aspecto de la vida afgana ha sido estudiado por expertos extranjeros en los últimos años, pero con una sorprendente excepción: “Es bastante asombroso”, dice el diplomático y experto en Afganistán alemán Martin Kipping, escribiendo a título personal en la prestigiosa Red de Análisis Afgano, “ver que hasta ahora no se ha hecho una comparación sistemática entre la actual intervención dirigida por EE.UU. y la anterior intervención extranjera orientada a fortalecer y transformar el Estado afgano: La intervención soviética entre 1979 y 1989.” Su propio estudio trata de subsanar ese error.
La experiencia soviética se ignoró porque se consideró ilegítima en comparación con la subsiguiente acción de EE.UU. apoyada por la ONU y la OTAN y por un gobierno afgano elegido por el pueblo.
Otra razón para hacer caso omiso de las lecciones de la era soviética en Afganistán fue la convicción de que el ejército soviético había sido derrotado por heroicos muyahidines armados por la CIA con misiles Stinger. Es el tema de varias películas y se ha convertido en una convicción fija de la derecha estadounidense.
Esa visión, en general, es mitología de la Guerra Fría. El ejército soviético se retiró de Afganistán en 1989 por un acuerdo diplomático y sin sufrir una derrota militar. No hubo un Dien Bien Phu. Las tropas soviéticas y afganas habían estabilizado la situación militar en el terreno en 1983-1984. Los misiles Stinger tuvieron poca influencia. El gobierno comunista del presidente Najibullah se mantuvo en el poder, para gran sorpresa de los servicios de inteligencia de EE.UU., durante tres años después de la partida del último soldado soviético. Sin embargo, el régimen todavía necesitaba dinero, armas y combustible de Moscú y el gobierno de Najibullah colapsó cuando dejó de recibirlos en 1992, después de la desintegración de la Unión Soviética.
En ningún momento pareció que el ejército soviético fuera perdiendo, pero tampoco estuvo a punto de eliminar la resistencia afgana. Perdió 13.310 soldados y aviadores durante nueve años con las mayores pérdidas en 1984, cuando murieron 2.343 según estadísticas posteriores a la guerra. Las bajas fueron pocas en comparación con cualquier otra guerra librada por el Ejército Rojo durante el Siglo XX.
El verdadero desastre para la Unión Soviética en Afganistán fue político y no militar. Al enviar a su ejército a combatir una revuelta popular se aisló internacionalmente y fue mostrado como un poder imperial depredador. Todo el oprobio que había sido descargado sobre EE.UU. por la Guerra de Vietnam en los años sesenta y setenta se dirigió contra la Unión Soviética en los años ochenta. A la busca de mejores relaciones con Occidente, el Kremlin quería devolver sus tropas a casa pero sin permitir que el gobierno comunista de Kabul fuera derrotado.
En gran parte tuvo éxito al lograrlo y este hecho ofrece algunas lecciones para EE.UU. La Unión Soviética tomó la decisión de invadir sin pensar en las consecuencias internacionales. Los comunistas tomaron el poder con un golpe militar en Kabul en 1978. Impusieron su régimen mediante una represión salvaje mientras sus dirigentes se dividían en facciones e iniciaban feudos asesinos. La invasión soviética convirtió una guerra de guerrillas esporádica en un levantamiento masivo, en el cual el gobierno perdió permanentemente el control del campo a favor de los muyahidines.
Ex dirigentes políticos y militares del gobierno comunista afgano hablan de importantes diferencias entre entonces y ahora. El general Ulumi, todopoderoso gobernante de las provincias meridionales, dice que los insurgentes contra el régimen comunista tenían el apoyo de todo el mundo, pero los talibanes sólo gozan del respaldo secreto de Pakistán.
Argumenta que, a diferencia del gobierno Karzai, los comunistas contaban con un núcleo sólido de apoyo en las ciudades y que había 200.000 miembros del Partido Comunista. “Dudo de que haya más de 40 personas leales a Karzai”, dice. “Ni siquiera tiene todo el apoyo de su propio gabinete. No hay un equipo unido en la dirección.” Los comunistas atrajeron a la población urbana suministrando puestos de trabajo, viviendas, subsidios para alimentos y bienes esenciales.
El general Ulumi dice que en el combate contra los muyahidines descubrió que la infiltración política era más efectiva que el ataque armado. Se firmaron acuerdos con comandantes insurgentes en los cuales prometieron no combatir o permitir que combatientes contra el gobierno pasaran por sus distritos. A cambio recibieron dinero y armas.
Dice que los Stinger “no tuvieron mucha influencia excepto para elevar temporalmente la moral de los muyahidines y para obligar a nuestros helicópteros a volar bajo. Teníamos muchos tanques y artillería.”
Los servicios de inteligencia de EE.UU. imaginaron que el régimen de Najibullah colapsaría en cuanto se retiraran las tropas soviéticas, pero no fue lo que sucedió. Los insurgentes lanzaron un ataque masivo contra Jalalabad en 1989, pero no lograron capturar la ciudad. Al llegar el año 1992, tres cuartos de los muyahidines habían firmado acuerdos de neutralidad con el gobierno.
La debilidad de los comunistas fue que habían estabilizado su régimen mediante dos “remedios rápidos”: el desarrollo de milicias (la milicia uzbeka del general Abdul-Rashid Dostum tenía 40.000 hombres) y los frágiles acuerdos de alto el fuego con comandantes muyahidines locales. El apoyo de ambos grupos sólo se pudo obtener mediante un continuo suministro de dinero y armas de Moscú. Cuando esto fracasó el general Dostum y otros comandantes cambiaron de lado y el régimen se derrumbó en abril de 1992.
El Kremlin siempre tuvo en los años ochenta peores cartas que EE.UU. veinte años después, pero después de la desastrosa decisión inicial de invadir los dirigentes soviéticos las utilizaron hábilmente. Depusieron al ineficiente presidente Babrak Karmal en 1986 y lo reemplazaron por el más efectivo Najibullah, ex jefe de inteligencia. Dos años después, según el Acuerdo de Ginebra, retiraron sus tropas sin renunciar a su encargado local.
La lección respectiva para EE.UU. podría ser que cometió un error crucial al no imponer el reemplazo de Karzai después, o incluso antes, de la elección extremadamente fraudulenta de 2009. Como muestra la serie de cables de la embajada de EE.UU. en Kabul filtrada por WikiLeaks durante la semana pasada, los diplomáticos estadounidenses piensan que el gobierno de Karzai está saturado de corrupción. Lo describen como una máquina de producir dinero para sus miembros quienes, a pesar de míseros salarios, compran mansiones multimillonarias en dólares en Dubai.
Al instalar a Najibullah como presidente en 1986, los soviéticos aseguraron que su régimen cliente tuviera una dirección capaz y determinada. Al no separarse del desacreditado Karzai un cuarto de siglo después, EE.UU. y sus aliados se metieron con un socio afgano ineficaz sin una base política.
¿Puede EE.UU. ganar la guerra sólo mediante la fuerza militar? Es la estrategia actual en el sur de Afganistán, aunque los talibanes hacen avances en el norte y el este. Se pregonan pequeños éxitos tácticos, pero son compensados por la creciente aversión de los afganos hacia su propio gobierno. Gulabzoy dice: “Puede que la gente no se una a los talibanes, pero no apoyará al gobierno”.
Lo que debería consternar a la coalición dirigida por EE.UU. es que no sólo los ex dirigentes comunistas expresan su aversión al gobierno, sino empresarios y profesionales de todo tipo en Kabul. “La gente está tan molesta que habrá una revolución” dijo un agente inmobiliario en la capital. Los “remedios rápidos” de EE.UU., como establecer sus propias milicias y enviar ayuda, no funcionan y podrían estar desestabilizando aún más la situación.
Algunos funcionarios estadounidenses se preguntan si no podrían aprender algo de los fracasos y éxitos soviéticos. Uno habla de cómo una delegación visitante de Asia Central, que incluía a un antiguo general soviético, visitó una base de EE.UU. en el este de Afganistán. Entusiastas oficiales estadounidenses explicaron las diferentes maneras que prueban para combatir a los insurgentes y ganar la lealtad de la gente. En un momento el general los interrumpió y dijo cansado: “Tratamos todo eso cuando estuvimos aquí y no funcionó entonces, de modo que porqué iba a funcionar ahora.”……
Patrick Cockburn es autor de Muqtada: Muqtada Al-Sadr, the Shia Revival, and the Struggle for Iraq

Los papeles del Departamento de Estado

Muerte de Calipari

Berlusconi intentó evitar la investigación del 'caso Calipari'

El Ejecutivo aseguró al embajador de EE UU que quería "dejar atrás" la muerte de su agente en Bagdad en 2005

MARIANGELA PAONE - El Pais - Madrid - 20/12/2010
Dos meses después de la muerte del agente del servicio de inteligencia militar Nicola Calipari durante un tiroteo en un puesto de control en Bagdad, la intención del Gobierno italiano era bloquear los intentos de enjuiciar a los responsables. Un cable diplomático, fechado el 3 de mayo de 2005 y clasificado como "secreto" , da cuenta de la reunión que tuvieron el día anterior altos representantes del Ejecutivo con el embajador de EE UU en Roma, Mel Sembler, su segundo, y un consejero de asuntos militares.
En el encuentro no estuvo el primer ministro Silvio Berlusconi, pero la delegación italiana era de primer nivel: estaban el entonces ministro de Exteriores y actual presidente del Congreso, Gianfranco Fini, el secretario de Estado y mano derecha de Berlusconi, Gianni Letta, el embajador en EE UU, Giovanni Castellaneta, el jefe del servicio de Inteligencia militar, Nicolò Pollari, los dos investigadores italianos, Campregher y Ragaglini, y otras autoridades no especificadas. Los representantes del Gobierno italiano entregaron a los estadounidenses una copia del informe antes de su publicación en Italia.
El affaire de la muerte de Calipari el 4 de marzo de 2005 en la operación de rescate de la periodista Giuliana Sgrena, secuestrada un mes antes en la capital iraquí, causó importantes fricciones entre Washington y Roma. EE UU aceptó una comisión de investigación conjunta pero no coincidieron en las conclusiones. Para los estadounidenses, sus soldados habían respetado las reglas de enfrentamiento y el suceso fue la trágica consecuencia de un error de comunicación por parte de los italianos. Roma apuntaba a la falta de preparación de los militares y a la situación de estrés a la que estaban sometidos.
El objetivo del encuentro de mayo era allanar las distancias y "dejar detrás" un asunto que en cualquier caso "no dañaría" las relaciones entre los dos países, así lo declararon los representantes italianos al embajador. El texto italiano estaba pensado para zanjar la cuestión: en las conclusiones se descartaba la posibilidad de atribuir responsabilidades individuales ya que "los investigadores italianos no encontraron pruebas de que el asesinato fuera intencional". Y la falta de intencionalidad cerraría las posibilidades de entablar un juicio. Un punto que, según recoge el embajador en su nota, "estaba especificamente pensado para desalentar nuevas investigaciones por parte de los fiscales". El Gobierno también aseguró que impediría que las comisiones parlamentarias abrieran sus investigaciones.
Dos días después, Berlusconi defendió el informe ante las Cámaras. Un cable de la embajada de EE UU fechado el 9 de mayo resume el discurso del primer ministro y los relevos críticos que hizo a pesar de defender la tesis de la tragedia "no intencional". En el texto, así como la anterior comunicación del diplomático, Sembler repite que es mejor para Washington evitar críticas puntuales al informe italiano y dejar hablar las conclusiones contenidas en el documento estadounidense. "Esto acelerará la desaparición del caso del radar político", escribe. Sin embargo, en el comentario final al discurso del primer ministro italiano, el embajador subraya que "la determinación de evitar cualquier crítica sobre el papel del propio Calipari llevó al Gobierno italiano y a los investigadores a ignorar una pregunta fundamental que pareció obvia a los investigadores de EE UU: ¿Por qué entre los 30 coches que cruzaron el puesto de control solo uno fue tiroteado?".
El informe italiano no consiguió finalmente impedir que los fiscales imputaran al soldado Mario Lozano, identificado como responsable de los disparos que mataron al agente italiano. El tribunal penal de Roma desestimó la petición. Los detalles del encuentro, filtrados por Wikileaks, reabren ahora el debate. Si el Gobierno, en un comunicado hecho público esta noche, ha tachado las "presuntas revelaciones" de "absolutamente privadas de fundamento", la primera en pedir que se vuelva a abrir el caso fue Sgrena, la periodista salvada por Calipari.

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