miércoles, 10 de agosto de 2011

Londres


Una policía camina frente a un edificio calcinado de Reeves Furniture.|AP
La violencia descontrolada continúa por tercera jornada consecutiva en Londres, propagándose a distintos barrios.
Jueves 4 de agosto: un joven de color, Mark Duggan, fallece por un disparo de un agente en una operación especial. La víctima de 29 años y padre de 4 hijos, a la que se le atribuían vínculos con el mundo de las drogas y las bandas criminales, abrió fuego contra los agentes, dato que confirmará un informe balístico este martes 9.
Sábado 6 de agosto: alrededor de 200 personas se reúnen frente al cuartel de la policía del barrio londinense de Tottenham (al norte de la capital) para pedir "justicia" por la muerte del joven.
Lo que comienza como una reducida manifestación pacífica desemboca en disturbios violentos. Los ánimos se caldean y multitud de jóvenes encapuchados incendian varios vehículos policiales y un autobús en la madrugada. Se producen también diversos saqueos en tiendas del barrio. Se cuentan al menos 29 personas heridas y 61 detenidas.
Domingo 7 de agosto: La violencia desatada en la madrugada, que algunos achacan a la crisis, la violencia de elementos radicales o a un viejo enfrentamiento con la policía, continúa.
El Gobierno británico califica de "totalmente inaceptable" El portavoz del ejecutivo de Cameron anuncia que "hay abierta una investigación policial sobre estos disturbios".
Lunes 8 de agosto: Varios jóvenes arrojan objetos contundentes contra las fuerzas policiales en el este de la capital británica en la tarde de este lunes. Los manifestantes usan botes de basura y carros de supermercado para agredir a los antidisturbios que intentan controlar la situación en previsión de una nueva noche de violencia. Los asaltantes repiten los saqueos a varias tiendas de la zona para robar y acaparar material para hacer frente a las fuerzas del orden.
Tras propagarse a varios barrios de Londres, Lewisham, Croydon y Peckham, los disturbios llegan a Hackney. Se calculan daños superiores a los 115 millones de euros. Y unas 215 personas detenidas.
Martes 9 de agosto: El brote de violencia desatado el pasado sábado ha traspasado los límites de la ciudad de Londres y se ha contagiado a otras urbes del país, como Bristol, Liverpool, Birmingham o Manchester.
El primer ministro David Cameron promete más policías en la calle, concretamente 16.000, que tendrán que ejercer una "acción más contundente". Además, el líder británico insiste en que harán "todo lo posible para restablecer el orden".
Un joven de 26 años, que recibió un disparo mientras estaba en un coche durante las revueltas en Croydon, ha muerto en el hospital, según ha informado Scotland Yard.
La Policía Metropolitana difunde las imágenes de los sospechosos de causar los disturbios callejeros, capturadas por las cámaras de seguridad.
Miércoles 10 de agosto: Esta noche ha habido 464 detenidos por las protestas que se han extendido a varias ciudades del Reino Unido como West Bromwich, Gloucester o Leicester.
En Birmingham, tres personas de origen asiático han muerto, posibles víctimas de un atropello. Al parecer, los fallecidos habían salido de una mezquita y estaban protegiendo el barrio de los saqueos. El presunto autor ha sido detenido.
El dispositivo de policía llevaba esta vez armas cargadas con balas de plástico, como símbolo disuasorio aunque se evitara disparar a toda costa para evitar 'provocaciones'.
En la segunda comparecencia en 48 horas del primer ministro Cameron, ha anunciado que los agentes tendrán cañones de agua para dispersar a los violentos además de las balas de plástico que se utilizaron la pasada noche.
También ha prometido mejorar la asistencia en las cárceles y en los juzgados, que, en el caso de la capital, están literalmente llenos.

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