sábado, 15 de enero de 2011

Mensaje de Manuel Zelaya sobre consultas constitucionales

voselsoberano.com | Jueves 13 de Enero de 2011 17:47
Del Despacho de José Manuel Zelaya Rosales
Santo Domingo, 13 de enero de 2011
http://bloglectores.hondublogs.com/files/2009/03/mel.jpg
El Congreso hondureño presidido por Juan Orlando Hernandez amplió en el marco Constitucional la figura del plebiscito y referéndum, "artículo 5" reconociendo que las consultas al pueblo en temas de interés nacional, siempre han estado amparadas en los principios constitucionales y forman parte de nuestra legislación.
La decisión de ampliar los mecanismos del plebiscito y referéndum en el marco constitucional, es correcta por el hecho de que el poder emana del pueblo y nadie puede limitar al soberano. Agradezco el apoyo personal de los diputados del PL y la UD que defendieron estos derechos.

Lo que los operadores de justicia erróneamente consideraron un delito hace 2 años,  cuando el pueblo con quinientas mil solicitudes solicitara ser consultado en la cuarta urna, hoy, a todas luces es una  acción constitucional amparada en la ley; si dijeran lo contrario que aquella iniciativa era ilegal, entonces esta iniciativa presentada al Congreso Nacional y esa reforma seria inconstitucional. 
Los principios que se han utilizado para justificar las reformas que hoy aprueba, el Congreso Nacional, se desconocieron  hace mas de año por el Juez,  el Fiscal y la Corte de Justicia al satanizar con argumentos espurios e ilegales, la iniciativa  ciudadana y la encuesta para colocar la cuarta urna en las elecciones generales. 
La encuesta estaba basada en la Constitución y en Ley de Participación Ciudadana aprobada en nuestra administración por el propio Congreso Nacional.
Ha quedado al descubierto la falta de principios y valores éticos en la formulación de criterios jurídicos y politicos para deslegitimar nuestra administración y ejecutar el golpe de Estado del 28 de junio. Lo mismo que la terrible decisión  de  la Corte, sin ningún juicio previo,  ordenar asaltar mi casa a balazos,  secuestrarme y desterrarme a Costa Rica sin respetar mi investidura como Presidente. Fue una violación total a la Constitución  y todas las leyes del país. 
Esas acciones y artificios jurídicos solo se construyeron con el fin de ejecutar el golpe de Estado de junio de 2009 como lo reconoció el mismo embajador  de EEUU Hugo Lorens en su análisis jurídico. 
Mi administración presentó la misma iniciativa ciudadana amparados en la Constitución,  para que el pueblo fuera consultado y MICHELETTI contesto liquidando la democracia, con un golpe de Estado militar, hecho que sacrifico a honduras y es condenado por todos los países de la tierra. 
Las razones para romper el orden constitucional definitivamente no fueron jurídicas, sino políticas y esencialmente económicas; coordinadas por los grupos de poder Factico de Honduras prestos a responder con la sumisión de siempre a los dictados de las extremas derechas norte americanas para imponernos un modelo económico Neo  liberal que solo ha generado dependencia y pobreza. 
Mi política exterior independiente y soberana de acercarnos a la integración latinoamericana, Brasil de Lula, a la Nicaragua de Daniel, a la Cuba de Fidel y Raúl, a la Venezuela de Hugo Chávez, a Correa y Cristina, a la iniciativa del ALBA, y Petrocaribe es lo que realmente resintió al imperio y al gobierno mundial de las transnacionales.
El temor al socialismo es lo que mueve a la derecha a atacar con saña a nuestro pueblo y a destruir nuestra democracia. Los argumentos jurídicos que esgrimieron, no eran otra cosa sino las maquinaciones, las falacias a que nos someten los inversionistas de la esclavitud por más de 100 años. 
Después de haber soportado por 189 años toda clase de atropellos no hacia falta que nuestro pueblo pagara un precio tan elevado por su libertad, y que hasta ahora reconozcan la necesidad de cambiar el rumbo de la historia y el derecho del pueblo a ser consultado. 
La avaricia desmedida de unos pocos no puede condenarnos a tantos al sufrimiento. Pido al pueblo que no desmaye, que continúe la lucha por la Asamblea Nacional Constituyente y mi retorno ; la redefinición de las estructuras de distribución del ingreso y de la riqueza que produzca mayor igualdad y oportunidades reales en el desarrollo y bienestar para todos los hondureños y hondureñas. 
Hace falta que el gobierno de Porfirio Lobo reconozca, como su verdadera oposición el FRENTE NACIONAL DE RESISTENCIA POPULAR donde están representados también  las fuerzas políticas del PL Y LA UD, es necesario, que  cese la  persecución, intimidación y liquidación contra los que promovemos un mundo mejor, debe detenerse de inmediato el acoso contra los miembros de la Resistencia nacional; se debe terminar de una vez por todas con la fabricación de argucias  jurídicas contra los que nos oponemos a este sistema de sometimiento y que nos resistimos a heredar la esclavitud neoliberal a nuestros hijos. 
El destierro a más de 187 hondureños entre los que se incluye a mi familia, es una injusticia mayúscula, es un acto ilegal, un  delito del gobierno de Porfirio Lobo Sosa y una violación a la Constitución.
Compatriotas, hoy nos han reconocido un derecho, nuestra misión sigue siendo cumplir con nuestra responsabilidad histórica, hasta entonces, nadie tiene la opción de celebrar ni descansar. 
José Manuel Zelaya Rosales
Presidente Constitucional  2006-2010
Coordinador General   Frente Nacional de Resistencia Popular
Honduras: de la reforma constitucional a la Asamblea Constituyente
Lo que hace tan sólo año y medio atrás fue motivo para un golpe de Estado y masacre de hondureños/as, ahora, se convierte en la salida al desencuentro nacional.
Ollantay Itzamná | Abya Ayala | 12-1-2011 a las 18:34 | 

Sólo una élite con el particular perfil intelectual y moral como la hondureña pudo haberse atrevido a consumar el delito del golpe de Estado en América Latina del siglo XXI. Creyeron que EEUU los protegería ante la comunidad internacional. Confiaron que el pueblo sumiso, que habían criado por cerca de dos siglos, se resignaría como tantas veces ocurrió en la historia hondureña. Pero estos supuestos eran del pasado. No previeron que el golpe sería su propio holocausto y un perfecto caldo de cultivo para la fecundación de los temidos cambios en el país. Y así fue.

Lo que hace 18 meses atrás fue motivo de un golpe de Estado, ahora, se convierte en la única tabla de salvación de la Honduras que languidece sin autoridad y sin Estado. Lo que Manuel Zelaya planteó en 2009, ahora es la “solución” para el desencuentro nacional. El Congreso Nacional actual plantea: “dejar que el pueblo decida sobre lo que quiera decidir, mediante referéndum y plebiscito”. Una de éstas podría ser la Asamblea Constituyente, actualmente entrampada entre la consigna de la “auto convocatoria” popular y el “silencio” constitucional sobre el tema.

La propuesta de reforma al Art. 5° de la actual Constitución Política, que debate el Congreso Nacional, deja abierta todas las posibilidades de consulta. Aprovechando esta reforma constitucional, mediante referéndum, se debería incorporar en la Constitución Política actual la figura de la Asamblea Constituyente. Pero ni los promotores del golpe, ni sectores de la resistencia popular están de acuerdo con esta propuesta de modificación constitucional.

Los primeros dicen: no queremos cambios. Que la Constitución y el país sigan como están, pero no se dan cuenta que viven en una Honduras minada por el caos total y sin un Estado que la dirija. Los segundos dicen: no queremos reformas a una Constitución Política que “no existe”. Exigimos una nueva Constitución para refundar Honduras. Pero tampoco quieren darse cuenta que en los hechos esa Constitución violentada y rota (por el golpe de Estado) es la que aún rige a este país que se muere. Y, sólo incorporando la figura jurídica de la Asamblea Constituyente en la Constitución actual será posible convocar a la Constituyente para la redacción y aprobación de la nueva Constitución Política. De lo contrario los detractores de la Constituyente siempre demandarán su inconstitucionalidad. Así, ambas posturas parecen ser de avestruces suicidas.

¿Por qué será que se oponen a este elemental razonamiento jurídico-político las y los “dirigentes” dogmáticos y “progresistas”? ¿Será que en el fondo ambos tienen miedo a que la gente participe y decida? ¿O será que carecen de la capacidad intelectual básica para comprender este razonamiento elemental evidente para el común de hondureñas/os despiertos? ¿Recuerda Ud. la negativa secante de los líderes del FNRP de asistir al “diálogo” convocado por el gobierno de Pepe Lobo en octubre pasado? ¿Ganó o perdió el FNRP con esa actitud?

Por las condiciones sociopolíticas en las que sobrevive Honduras, el proceso constituyente es el único espacio para el reencuentro y la refundación del país. Y en este proceso vencerán quienes tengan propuestas e ideas claras para los contenidos de la nueva Constitución Política. En lugar de entramparnos en consignas, debemos estar ya debatiendo los contenidos tanto para la Ley de Convocatoria para la Asamblea Constituyente, como los contenidos de la nueva Constitución. Pero, esto también tiene que ser una construcción de abajo hacia arriba.

No se puede seguir subestimando al pueblo como si aún fueran ganados encerrados en establos que se contenta con el forraje que le arrojan sus pastores. No es con consignas que se derrota a la desintegración sociopolítica del país, ni a sus promotores. El proceso refundacional implica amplitud y claridad en el pensamiento. Ninguna Constitución Política, por más popular y participativa que fuera, es garantía per se para la refundación de un país. Depende mucho de lo que cada uno de nosotros/as estemos dispuestos a hacer por el país, y no tanto de lo el país o las leyes puedan hacer por nosotros/as. Es asunto pasa por un profundo cambio de actitud y de pensamiento.

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